Mensajes de diversas orígenes
martes, 16 de enero de 2024
Amados Hijos, Os Pido Oración, Oración Hecha Con El Corazón Y No Con Los Labios
Mensaje de Nuestra Señora a Angela en Zaro di Ischia, Italia del 8 de enero de 2024
Esta tarde la Virgen María se presentó como Reina y Madre de todos los hombres. Estaba vestida con un vestido rosáceo muy claro, estaba envuelta en un manto grande, ancho y azul verdoso, el mismo manto cubría también Su cabeza. La Virgen María, tenía una corona de reina en la cabeza, Sus manos estaban juntas en oración, en Sus manos una larga corona del santo rosario tan blanca como de luz. También estaba de pie bajo una luz deslumbrante. Sus pies estaban descalzos y descansaban sobre el mundo. El rostro de la Virgen estaba triste, Sus ojos llenos de lágrimas. La Madre deslizó una parte del manto y cubrió una parte del mundo. La otra parte del mundo estaba envuelta en una gran nube gris. A la derecha de la Virgen María, estaba San Miguel Arcángel como un gran líder.
Alabado sea Jesucristo
Queridos hijos, gracias por responder a esta llamada Mía, gracias por estar aquí.
Hijos míos, dejad que Mi luz os envuelva, dejad que Mi amor os envuelva, no tengáis miedo.
Amados hijos, si todavía estoy aquí es porque os amo, estoy aquí por la inmensa Misericordia de Dios, Quien desea que cada uno de Sus hijos se salve.
Amados hijos, estos son tiempos de prueba y dolor, os esperan tiempos difíciles.
Hijos míos, esta noche os pido que recéis por la paz, paz en vuestros corazones, paz en vuestras familias, paz para esta humanidad cada vez más amenazada por el mal, cada vez más alejada del bien.
Amados hijos, os pido oración, oración hecha con el corazón y no con los labios.
Hijos míos, la oración del Santo Rosario es una oración sencilla, pero es una oración fuerte, una oración poderosa.
Hijos míos, rezad sin cesar, sed perseverantes, pero sobre todo estad vigilantes, no os dejéis confundir por las falsas bellezas de este mundo.
Hijos míos, también esta noche os envuelvo a todos con Mi manto, miro vuestros corazones y veo que muchos de vosotros, a pesar de Mi presencia, tenéis un corazón endurecido, un corazón herido.
Hijos míos, abandonaos a Mí, estoy aquí para llevaros a todos a Jesús, os muestro el camino pero no Me escucháis.
Hija, ahora reza Conmigo.
Recé con la Virgen María, rezamos por la Iglesia y por el Vicario de Cristo. Mientras rezaba con la Virgen, vi fluir visiones.
Entonces la Madre empezó a hablar de nuevo.
Niños, rezad, rezad, rezad.
Finalmente Ella bendijo a todos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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