[EL SEÑOR] En los tiempos venideros, vengan y busquen consuelo en Mi Sagrado Corazón. Muchos no ven los tiempos que se avecinan; muchos se engañan a sí mismos y continúan su camino sin darse cuenta de lo que viene.
Hijos, se les pide orar, entregarse a Mi Voluntad Divina, la cual será única fuente de gracia y advertencia para ustedes. Su camino, como el de ayer, no puede ni será; quedarán atrapados, rechazados, acorralados, y no encontrarán defensa alguna.
Vengan, hijos, descansen en silencio en Mi Sagrado Corazón y les mostraré el camino a seguir. Los invito, Mis hijos, a entrar en Mis atrios, a escuchar Mis mandamientos y Mis advertencias, y a prepararse en contemplación, en silencio, lejos del mundo y sus mentiras.
Prepárense físicamente, prepárense espiritualmente y no demoren más! El tiempo de la Bestia, que ya está aquí, vendrá como un ladrón, a una hora en que nadie lo espera, y se encontrarán atrapados. Aprendan a entregarse, a darme su vida, su alma, su espíritu, todo lo que son y poseen. Y aprendan también, hijos, a desprenderse de las posesiones; únanse solo a Mi mandamiento del amor y sigan Mis advertencias.
De lo que saben, hijos, ¿qué quedará? En silencio, lejos de las olas y ruidos del mundo, lejos de los placeres fugaces, vengan y tráiganme sus corazones y almas, y guiaré sus mentes por el camino correcto. ¿De qué les servirá correr? Solo entregarse a Mi Sagrado Corazón, solo entregarse a Mi Providencia es la Fuente Viva.
Los invito una vez más, hijos, a venir y entrar en Mis atrios, a dejar sus moradas, sus corazones. Acérquense a Mí para que los guíe por el camino sagrado, aquel de la entrega a Mi Voluntad Divina, del orar confiado, y trazaré ante ustedes el camino a seguir. Es reuniéndose en pequeños grupos como encontrarán el camino a seguir.
Hijos, vengan y busquen fortaleza en Mi Sagrado Corazón. La fuerza también es la de la fe que se entrega con plena confianza en Mi Presencia. Si el mundo Me olvida, ustedes, Mis hijos, no tomen el camino del mundo. Encontrarán refugio en Mí, el primer refugio, el refugio de fortaleza, de entrega a Mi Voluntad Divina.
Habrá gran tumulto, gran sufrimiento. Los elementos también se desatarán, porque la mayoría de las personas, una vasta mayoría, han abandonado Mi Ley del amor y Mis mandamientos, y por sus elecciones contrarias a Mi Voluntad, han permitido que la Bestia y sus seguidores entren en sus corazones y sus vidas; y muchos serán impotentes ante los tiempos de dolor, muchos quedarán atrapados y no tendrán salida excepto sus lágrimas y su dolor.
Os llamo a cada uno de vosotros, os llamo a cada uno de Mis propios hijos para que vengáis a recargar vuestras baterías en Mi Corazón Divino y venid a arrodillaros cerca de Mis Tabernáculos donde aún resido.
Niños, no veis los tiempos que vienen, y sin embargo ya están aquí, los tiempos de la Bestia que ya no se esconde más, y a quien no veis porque no queréis verla. Preferís la ceguera, pero ¿de qué os sirve la ceguerra?, ¿qué bien os hará? No podéis negar la batalla existencial que se libra entre el hombre y Satanás, entre lo Divino y el Maligno. ¡Dejad de ser ciegos! El tiempo de la gran Tribulación está llegando, y ¿de qué os servirá esconder vuestras caras?
Sed luchadores al servicio del Rey del Amor, y caminaréis por el buen camino. No os inclinéis ante el Intruso ni permitáis que os engañen. Él es astuto; no lo olvidéis, ¡nunca lo olvidéis! Vuestra protección es la oración, el abandono a Mi Sagrado Corazón.
Pedidme y recibiréis; pedid el Oro del Cielo, el poder de la oración, y os será dado. Pedid para recibir confianza y la recibiréis; pedid abandono a Mi Voluntad Divina y seréis acogidos en Mis atrios. Encontraréis agua viva en Mi Corazón; caminaréis por el camino siguiendo Mi vía; la confianza os será dada abandonándoos.
¿No os dije yo en las Escrituras, “Dejadlo todo y seguidme”? Niños, abandonar es también perseverar en el camino de la justicia, a veces caminando por un sendero estrecho y rocoso, pero uno que da al hombre la fuerza de un guerrero. Solo se gana porque se lucha, y solo el hombre gana mediante el amor y no mediante la fuerza. El amor abre todos los caminos, el amor abre todas las vías, y el amor trae paz a los corazones y dulzura a las almas.
Hijos, espero de cada uno de vosotros la oración del corazón, aquella de entrega a Mi Voluntad Divina; así seréis alimentados por Mi Gracia, seréis elevados en Mis atrios, y alcanzaréis Mi Cielo de Gloria, preparado para vosotros para la Eternidad.
Hijos, haced que la Sabiduría sea vuestra compañera en el viaje, y la Sabiduría caminará a vuestro lado, guiará vuestros pasos y os enseñará la grandeza del silencio, que abre Mi Camino para vosotros.
En el silencio y la oración, vuestros corazones se calman, vuestros espíritus se elevan, y vuestras almas encuentran descanso y recarga en el torrente de amor que Yo soy. Uno a uno, os llevo a Mi Sagrado Corazón, y uno a uno, os sumerjo en Mi Voluntad Divina, y uno a uno, encontráis dentro de vosotros la Fuente viva, la fuente de alegría, alegría silenciosa, profunda alegría, fuego dentro del Fuego que Yo soy.
Mis hijos, aferraos a la Palabra de vida. Leedla, alejados del mundo, venid y aprended a saborearla, y su riqueza en vuestros corazones dará el Fruto de vida, aquel del amor.
Hijos, en el corazón hay un torrente de Fuego, en el alma hay un torrente de Agua viva. El agua y el fuego siempre se combinan para traer belleza y magnificencia al hombre. Aprended a ser como vuestro Padre, vosotros que sois hijos de Dios. Aprended a dar, a perdonar, sed amor y recibiréis amor a cambio. Sed, convertíos en dones vivos al servicio del Rey del amor, y vuestras vidas darán el Fruto de vida. La vida, hijos, es un pergamino de verdad. La verdad, hijos, os hace libres, porque lleva dentro sí misma el Fuego y la ardiente llama del Amor.
Aprended a crecer en santidad!
(1) Cf. [ Mt 19 :21]
Fuente: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr