jueves, 16 de octubre de 2014

Mensaje de Nuestra Señora

Ven Santísima Trinidad, Sagrada Familia y San Miguel como guardianes de las palabras de Dios a Su hijo con todo el Cielo

Mi amor, Mi hijo más hermoso y todos Mis hijos más hermosos, esta es María la Madre de Dios y todos los hijos que han estado en la tierra. Hijo mío, lloro lágrimas de dolor y de sangre por todos Mis hijos que están a punto de morir. Pero estoy llorando lágrimas de alegría por todas las gracias que están siendo dadas por Mi Hijo para salvar almas. Esto no termina hasta que termina. Muchas almas se salvarán a través de los muchos desastres que se producirán en todo el mundo. La Advertencia se dará, como sabes, cuando muchos de Mis hijos estén de rodillas suplicando a Dios que les quite sus pesadillas. Cuando vean la verdad y el estado de sus almas y sientan el dolor del infierno y del purgatorio inferior, la mayoría suplicará el perdón de Dios. Ahora parece que la mayoría se perderá, pero con el Aviso y la gracia que Dios ha reservado para esta generación, la mayoría se salvará. Sólo los más duros de corazón no se salvarán a menos que pidan perdón a Dios de corazón. Se ve mal y se siente mal ahora y durante un tiempo pero el Cielo no ha gastado todo su crédito bancario como satanás. Satanás gasta todo su crédito en cuanto la gente le da algo de su vida pecando. Dios guarda todas Sus gracias para el momento justo de salvar almas. El tomará un alma en el mejor momento de su vida para llegar al Cielo. Hijos míos no todo está perdido, sólo os lo parece a vosotros y os lo parecerá aún más cuando el gobierno os quite todo vuestro dinero y pertenencias. Pero esto es lo que buscaréis, a vuestro Dios, cuando no tengáis nada terrenal ni nada a lo que aferraros.

Digo esto a Mis hijos para que no desesperen. Tu alma es lo único que importa. Así que busca a Dios y ponte de rodillas cuando lo pierdas todo y Mi Dios y el tuyo te levantarán y salvarán tu alma, pero habrá un sufrimiento como nunca antes has visto. Pero sentirás Mi paz. Como le he dicho a Mi hijo escribiendo muchas, muchas veces, los sentimientos y las emociones no significan nada. Ser obediente a los Diez Mandamientos de Dios es lo único que realmente importa. Cuando te sientas mal, ofrécelo a Dios por tu alma y por las almas de tus hermanos y hermanas. Y, cuando te sientas bien, da gracias a Dios Padre por todas las gracias. No corras a buscar otro subidón. Esta es la Madre María para todos Sus hijos. Con amor, Madre.