sábado, 6 de julio de 2013

A quien Nos entrega su existencia, se le revelan los Misterios.

- Mensaje nº 195 -

Hija Mía. Di a Nuestros hijos de todo el mundo que se acerca el momento en que deben confesar a Mi Hijo Jesús, pues el fin de los tiempos está cerca, y Dios, el Padre de todos vosotros, no concederá mucho más tiempo, pues demasiado grande es el pecado de vuestro mundo, demasiado grandes las malas acciones a Sus hijos tan amados por Él, demasiado grande el poder del maligno que pretende seduciros y condenaros a todos, como para que Él, el Altísimo, presencie por más tiempo vuestro «escándalo terrenal».

Confesaos, hijos Míos, a vuestro único Dios verdadero . Dad vuestro Sí a Jesús, porque Aquel que fue concebido sin pecado, nació libre de pecado y vivió entre vosotros sin pecar, es Uno con el Padre, y Uno sois Vosotros con el Espíritu Santo, porque el Hijo procede del Padre y el Espíritu Santo procede de Él.

El que creó todas las cosas es el Hijo, es el Espíritu Santo, es Dios, el Dios Trino, tan difícil de comprender para ti. ¡Él es! Él es el Hijo, Él es el Espíritu Santo, Él es el Dios Trino, que envió a Jesús, un pedazo de Sí mismo, por amor a vosotros, y que os quitó el pecado, es decir, dio Su vida para daros la Vida Eterna, que sólo se puede obtener libre de pecado ¡pensad en el Purgatorio, Mis queridos hijos! Quien no está puro del pecado, debe experimentar primero la purificación allí!-, que por eso murió por vosotros, y así se entregó completamente al Padre. Él es Dios y al mismo tiempo el Hijo de Dios. Éste es el misterio que más os cuesta comprender.

Dios es el Hijo y Dios es el Espíritu Santo, a quien te envió -Su Espíritu- ¡para que lo entendieras! ¡Para darte claridad! ¡Para ofrecerte iluminación! ¡Para que comprendas Sus misterios! Para mostraros el camino que muchos de vosotros no comprendisteis a través de la vida de Jesús, no comprendisteis Su obra, Su redención y caísteis en la duda.

Hijitos. Creed y confiad. Dios es el Hijo, Dios es el Espíritu Santo, Dios es el Padre. ¡Él Es!

¡Volved! Volved a Él, al único Dios Padre verdadero y amoroso, vuestro Creador. Honradle y amadle. Entonces, queridos hijos míos, todo os irá bien y Él, que también os creó, os envolverá en Sus brazos amorosos y cuidará siempre de vosotros. Sólo tenéis que permitírselo. Lo hacéis con vuestro Sí a Jesús.

Que así sea.

Te amo a ti y a todos Mis hijos.

Tu amorosa Madre del Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

"Amén, te digo esto: no intentes explicar los misterios de Mi Padre con tu mente.

No tratéis de poner en palabras lo que no comprendéis.

Comprendéis a Mi Padre por la fe. Debéis confiar en Él y abrir vuestros corazones.

Sólo comprenderá quien tenga el corazón abierto.

Sólo experimentará quien Nos conceda la entrada.

Sólo quien Nos dé su existencia, los misterios le serán revelados y su alma se salvará.

Os amo. A cada uno de vosotros.

Creed y confiad.

Vuestro amado Jesús.

Salvador de todos los hijos de Dios".

"Hija mía. Hija mía. Para comprender Mi misterio es necesario vivir la vida Conmigo, compartirla, ofrecerla, devolvérmela.

Quien viva Conmigo será iluminado.

Quien Me dé su Sí, a través de Mi Hijo, que Soy Yo, Me encontrará.

Alcanzará una comprensión que sólo él -no con todos los cursos de estudio de tu mundo actual- es capaz de alcanzar.

Sólo Yo Soy Dios y Soy Todopoderoso. Quien venga a Mí experimentará la felicidad, quien venga a Mí vivirá para siempre.

A quien venga a Mí, le envolveré con amor y le otorgaré Mis dones.

Quien esté Conmigo experimentará todas Mis glorias.

Que así sea.

Os amo.

Vuestro Padre que está en los Cielos.

Creador de todo ser".

"Hija mía. Estas palabras también son «duras» para ti. Háganlas conocer. Deben funcionar, así que daos tiempo. Comprended con el corazón, pues es duro para la mente.

Te quiero.

Tu madre del cielo.

Madre de todos los hijos de Dios".