domingo, 23 de marzo de 2014

¡Se acerca el gran final!

- Mensaje nº 489 -

Hija mía. Mi querido hijo. Buenos días. Todos Nosotros estamos hoy contigo, Mi tan amada hija. Descansa, y di a Nuestros hijos hoy que el gran final está cerca. Os estamos preparando lentamente para ello en estos mensajes, pero debéis arrepentiros, convertiros y encontrar a Jesús, o estaréis perdidos.

Hijos Míos. Lo que os decimos en estos mensajes es de suma importancia para vosotros, para vuestra alma. Si no os convertís a tiempo, pondréis en peligro vuestra eternidad tan maravillosamente planeada por Dios. Te perderás en manos del demonio, que te atormentará y te causará sufrimientos sin fin, en lugar de entrar en la eternidad del Señor, que todo lo cura, que es pacífica y plena.

¡Piensa bien si quieres perder tu Vida Eterna al lado de Dios por un poco de reconocimiento, dinero y poder! ¡Considera que es Dios Padre quien te creó y a quien volverás, siempre que vivas con Él y según Su voluntad, que trae paz, amor, cuidado y alegría a cada hijo de la Tierra!

¿Queréis poner todo esto en peligro, sólo para «quedar bien ante vuestros semejantes»? ¿Por qué os hacéis esto a vosotros mismos? ¿Por qué lucháis entre vosotros por todos los bienes del diablo, cuando es Dios, el Padre, quien siempre cuidará de vosotros? Sed frugales y volveos completamente a Él y a Su Hijo, pues Ellos cuidan de vosotros y os muestran el camino que el Señor ha dispuesto para vosotros.

Cada uno de vosotros es especial y en cuanto os unáis y os entreguéis mutuamente vuestra especialidad ((poneros) al servicio de los demás), entonces ya no estaréis unos contra otros, sino que viviréis juntos en alegría y docilidad.

Hijos míos. Cuidaos los unos a los otros, ayudaos mutuamente y no os peleéis. Vuestra oración os ayudará en todas las preocupaciones que no sean de naturaleza egoísta. Así que rezad unos por otros, rezad unos con otros y adorad al Señor. Y preparaos para el regreso de Jesús, porque muchos de vosotros lo experimentaréis. Que así sea.

Vuestros santos con la Madre del Señor. Amén.

(también están los ángeles, Jesús y Dios Padre).