viernes, 23 de mayo de 2014

¡Sus almas sufrirán si no encuentran el camino hacia Mí!

Hija mía. Mi querido hijo. Gracias por haber venido. Hoy, por favor, di a Nuestros hijos lo siguiente: Yo, vuestro Santo Jesús, Hijo del Padre Todopoderoso, elevaré y llevaré al Padre a todo aquel que Me dé su Sí, se entregue a Mí y permanezca fiel a Mí, pero debéis orar, hijos Míos, para que Yo también eleve a aquellos que aún no Me han encontrado, porque: Sus almas sufrirán si no encuentran el camino hacia Mí. Sufrirán cuando tomen conciencia de la aberración a la que están sometidos. Sufrirán cuando el demonio venga a llevárselos. Gritarán, sufrirán y se extenderá en ellas el horror puro en cuanto se den cuenta de que «su camino» les lleva a la boca del infierno, porque los demonios de Satanás no tendrán remilgos con ellos, y ninguna piedad conoce el maligno, y el alma, que no ha encontrado su camino hacia Mí, será empujada a la boca del infierno y experimentará el sufrimiento y el tormento más agonizantes.

Hijos míos. ¡Rezad por todos los niños perdidos! Rezad por los paganos, por los que no Me conocen, por los que Me rechazan porque siguen otra religión, por los que Me rechazan porque son autosuficientes, por los que sirven al demonio y, especialmente, por los que intentan librarse de las garras de Satanás y permanecen con él por miedo y en la mayor angustia y aflicción del alma, sin atreverse a darme su Sí.

¡Orad, hijos Míos, orad! Rezad por todos los hijos de la tierra, y especialmente por estas almas, utilizad las oraciones que os hemos dado en estos y otros mensajes.

Rezad, hijos Míos, porque sólo la oración creará el cambio. Amén.

Vuestro amoroso Jesús.

Hijo del Padre Todopoderoso y Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.