viernes, 30 de mayo de 2014

¡Mi hijo nunca te dejará solo!

- Mensaje nº 571 -

Hija mía. Mi querido hijo. Aquí estás. Yo, tu Santa Madre del Cielo, estoy aquí para decirte a ti y a Nuestros hijos lo siguiente: No tengáis miedo , Mis hijos tan amados por Mí, pues Mi Hijo nunca os dejará solos. Todo lo que os llegue ahora, debéis aceptarlo con amor y pedir a Mi Hijo que lo lleve con vosotros, ¡que lo lleve por vosotros! Los ataques del mal los sentirás ahora por todas partes, pero por favor, permanece en el amor y mantén la calma. ¡Mi Hijo os quitará toda carga! Creed y confiad, ¡Mis hijos tan amados!

El demonio siembra el odio, la envidia y la mala voluntad en los corazones de Nuestros hijos y especialmente en aquellos que no están con Mi Hijo, que no viven con Él, que no le han dado su Sí. A través de ellos ataca entonces conscientemente a Nuestros hijos fieles, pero también a muchos otros, sólo que éstos mismos llevan mucho de los sentimientos diabólicos en su interior.

Hijos míos. Rezad por estas pobres almas, porque normalmente ni siquiera son conscientes de esta «manipulación». Aunque se hayan entregado al demonio, debéis rezar por ellas para que el amor de Mi Hijo llegue a sus corazones. ¡Basta una pequeña chispa para que esta alma se arrepienta! ¡Creed y confiad en , Mis tan queridos hijos!

Ahora habrá cada vez más personas «insensibles» entre vosotros. Han «perdido» toda inhibición, son «fríos» y sin emoción. Les deja literalmente «fríos» hacer el mal a un semejante, y sus atrocidades serán desenfrenadas. El crimen degenera, pero vosotros, Mis queridos hijos, ¡debéis permanecer siempre con Jesús y no os ocurrirá nada malo!

¡Pedid diariamente protección y estad muy cerca de Mi Hijo! Extiendo Mi manto de protección sobre todo el que Me lo pide, y con la Santa Espada del Arcángel Miguel, así como con la clara dirección del Espíritu Santo, no os perderéis y siempre estaréis protegidos, pero debéis pedir Nuestra protección al menos una vez al día.

Invoca a San Miguel Arcángel Ruega al Espíritu Santo por claridad y guía, y pídeme a Mí, la sierva del Señor, Mi protección, ¡y te será concedida! A nadie que Nos pida, Nos ruegue, Nos llame, le rechazaremos. Así que ahora sigue Mi llamada y resiste los ataques del demonio. No importa el método que utilice para sus ataques, permanece siempre en el amor y con Mi Hijo. Te amo entrañablemente, tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.