miércoles, 18 de junio de 2014

¡Abundantes gracias cubrirán vuestra tierra! ¡Ahora es tu gran oportunidad!

- Mensaje nº 591 -

Hija mía. Mi querida hija. Por favor, di hoy a Nuestros hijos de la tierra que Nosotros les amamos. Nuestro amor por ellos es tan infinito, y cada hijo -cada uno de vosotros- tiene aún la oportunidad de arrepentirse y encontrarnos a Nosotros, Jesús.

Las gracias del Padre son grandes, y a través de la oración de todos vosotros -la Novena del Espíritu Santo, que comienza hoy- abundantes gracias cubrirán vuestra tierra, para que Todos los hijos de la tierra puedan reconocer el camino hacia Mi Hijo, y entonces decidan libremente -con su libre albedrío, dado a cada uno por Dios vuestro Padre- recorrer este camino tan glorioso, lleno de luz, lleno de amor y de alegría, o permanecer en las tinieblas, porque la luz que creen ver es sólo fingida, puesta en escena por el demonio para privaros de la verdadera luz, la Luz Divina de Mi Hijo y del Padre.

Hijos míos. Ahora es vuestra gran oportunidad de alejaros del vicio, de la turpitud y del pecado y de alejaros (de él) eternamente, ¡porque estas gracias tan maravillosas permiten a cada hijo encontrar al Padre a través de Jesús! Es un don tan precioso del Señor, tu Creador y tu Redentor, para el mundo entero, y muchas, muchas almas encontrarán ahora y seguirán el camino hacia Ti, hacia el Padre y hacia el Hijo.

Hijos míos. Rezad esta novena en amor por todos los hermanos y hermanas en el Señor, y obtened para el mundo -y para vosotros mismos- esta plenitud de gracias que el Señor derramará ahora/entonces.

¡Vuestra oración es poderosa! ¡Vuestra oración es el poder que conduce a tantos hijos al Señor! ¡Vuestra oración cura, protege y convierte!

Rezad ahora, hijos Míos, y llevad alegría en vuestros corazones, porque a través de la oración de todos vosotros, la novena del Espíritu Santo, que comienza hoy, unidos como un ejército remanente, estáis obteniendo ahora para todos los hijos de la tierra estas gracias tan maravillosas del Padre, contribuyendo a la conversión de miles de millones de almas tocadas por el Espíritu Santo a través de vuestra oración.

Gracias por responder a Mi llamada.

Con profundo amor, tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.