jueves, 19 de junio de 2014

¡Ahora cambiará la faz de tu tierra!

- Mensaje nº 593 -

Hija mía. Mi querida hija. Di hoy a Nuestros hijos lo siguiente: La faz de vuestra tierra cambiará (ahora), porque vuestra apostasía es grande, vuestros pecados pesan, vuestras aberraciones inmensas y vuestras obras un oprobio a los ojos del Señor.

Hijos míos. Si no confesáis a Jesús ahora, ¡será demasiado tarde para vosotros! ¡Debéis encontrar el camino hacia Él, hacia vuestro Salvador, para no perderos en la agitación de vuestro mundo! Una gran parte de tus países se perderá, borrada de la bola de tu tierra, y con ella sus habitantes incrédulos, ¡que se perderán Todos para el diablo!

Sólo se salvarán los hijos fieles del Señor, pero todos los demás tendrán que responder de su incredulidad, de sus actos vergonzosos, de sus pecados y de sus corazones petrificados, y el verdadero (último) juicio caerá sobre ellos, ¡y no podrán sacar (más) de la misericordia de Mi Hijo!

¡Hijos, ahorraos este sufrimiento del alma! ¡Convertíos ahora y dad vuestro Sí a Jesús! ¡Así podréis convertiros en buenos hijos del Señor y en verdaderos seguidores de Jesús!

¡Arrepentíos, arrepentíos y buscad -quién pueda- la Santa Confesión! Quien ya no tenga posibilidad de confesarse a causa de todos los actos crueles que ya han comenzado-, ¡que rece y pida perdón a Dios Padre y a Jesús, su Salvador! ¡Aún tienes la posibilidad de confiar en la misericordia de Mi Hijo! Sin embargo, pronto, en cuanto comience el fin del fin, ¡¡¡será demasiado tarde para la mayoría de vosotros!!!

¡Escuchad Mis palabras! ¡Tomad en serio Nuestra advertencia! El fin está mucho más cerca de lo que creéis, y tan pronto como se haya producido la gran advertencia, ¡todo llegará a su fin muy rápidamente!

Cree y confía y estate con Nosotros en todo momento, con tu Madre del Cielo, con Jesús tu Salvador, ¡y confía en los Ayudantes Celestiales del Señor!

¡Todos estamos dispuestos a ayudarte! Así que pedídnoslo ahora y preparaos.

Con amor y confianza en Dios, tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.