Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
martes, 23 de mayo de 2006
La Madre de la Santísima Eucaristía habla en el Jardín del Verde Celestial en Manduria a través de Anne.
Nuestra Señora apareció con el signo de la Santísima Eucaristía.
Nuestra Señora de la Santísima Eucaristía dice: Soy la Madre de la Santísima Eucaristía. La Santísima Eucaristía, el mayor sacramento de Mi Hijo Jesús Cristo, quien lo instituyó por amor a todas las personas, quiere estar a vuestro lado en el futuro a través de Mí, Su Madre celestial. Siempre estoy con Mi Hijo. Cuando recibís este Santo Sacramento en la Sagrada Comunión, también Me recibís a Mí. Este es el Sacramento, el mayor sacramento, que será muy hostil también en este lugar. Pero recordad que estoy presente. Yo personalmente estoy presente y vengo a vuestro corazón cuando Me recibís con un corazón abierto. Significa para vosotros que conectáis conmigo personalmente. Vuestros corazones con Mi corazón están unidos. Nunca seréis capaces de comprender este gran misterio. Es lo más grande que Mi Hijo os ha dado por desbordante amor por vosotros, todos Mis hijos.
Estoy en la mayor tristeza por este Sacramento de Mi Hijo y Mi Hijo y Yo lloramos lágrimas de sangre por los muchos sacerdotes que se están desviando y que caerán en el abismo. Por favor, Mis hijos, rezad más por estos sacerdotes en el futuro. Cometen grandes y muchos sacrilegios y los cielos lloran por estos hijos sacerdotes. Son Mis amados hijos sacerdotes y quiero llevarlos a todos al Padre Celestial. Por favor, continuad expiando en las noches de expiación. Son preciosos para vosotros y salvaréis a muchos si confiáis más en la Ayuda Divina, en el Amor Divino y no en vuestro poder.
Aguantad en la oración. Sed valientes y fuertes. Muy pronto llegará la oscuridad y el tiempo en que Jesús Cristo aparecerá con gran poder y gloria. Muy pronto, Mis hijos. Estad preparados. Algunos de Mis elegidos, los elegidos de Mi Hijo, sufrirán un gran dolor por la salvación de los niños que de otro modo se perderían. Mi Hijo quiere salvar a todos. Todos Mis hijos son preciosos y os pido que rezéis más fervorosamente, sí diariamente, por hora por estos sacerdotes.
La apostasía sigue progresando y vosotros, Mis hijos, tenéis una gran responsabilidad porque se os ha dado esta profunda fe. Gracias por eso. Dad gracias también por las pequeñas cosas, porque estas gracias entrarán en vuestros corazones y os llenarán de alegría, y estas alegrías os fortalecerán, porque tampoco se os librarán las tristezas ni los fracasos os harán retroceder.
Vosotros también seréis probados por poderes satánicos, pero Yo, vuestra Madre Celestial, estaré con vosotros. Seréis conducidos a salvo al Padre Celestial por Mí. Sed infantiles, humildes y obedientes. Dad gracias en amor eterno por los grandes dones, por las fragancias, por las fuerzas, por el amor divino, que siempre fluyen en vuestros corazones.
Vuestra Madre Celestial, la Madre de la Santísima Eucaristía de este lugar con todos los ángeles y santos en la Trinidad de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo os bendice. Amén.
Alabado sea Jesús y María, por siempre y para siempre. Amén.
Orígenes:
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