Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
domingo, 12 de julio de 2015
Séptimo domingo después de Pentecostés.
El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V en la capilla de la Casa de la Gloria en Mellatz a través de Su instrumento e hija Ana.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén. El altar del sacrificio y también el altar de María estaban bañados en una luz dorada resplandeciente. El ramo estaba adornado de nuevo con muchas pequeñas perlas y diamantes, así como el manto de la Madre de Dios.
El Padre Celestial hablará: Yo, el Padre Celestial, hablo hoy, en este séptimo domingo después de Pentecostés, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está totalmente en Mi Voluntad y repite sólo Mis palabras.
Mis amados seguidores, Mi amada pequeña banda, Mis amados amigos y enemigos de Heroldsbach y de Wigratzbad. También a vosotros, mis enemigos, me dirijo hoy.
Vosotros, Mi pequeño rebaño y seguidores, seréis enviados como corderos entre los falsos profetas, entre los lobos rapaces, aquí en Wigratzbad y también allí en Heroldsbach. Hoy estáis especialmente conectados con el lugar de gracia de vuestra queridísima madre, con Heroldsbach. Allí también están mis enemigos, así como en Wigratzbad. Y por estos enemigos rezas y expías. Por desgracia, se han convertido en lobos desgarradores. Son los falsos profetas no vosotros, Mis amados hijos.
A ti, Mi pequeña, con tu pequeña banda, te llaman falsa profetisa. Uno quisiera proteger este lugar de oración en Wigratzbad de tu pequeño rebaño, porque transmite falsas profecías. No, amados Míos, os envío entre estos lobos rapaces. Habéis entrado en esta batalla. Lucháis por Mí, por la Trinidad y por vuestra queridísima madre, que os acompaña en esta lucha.
Estáis expuestos al mal. Esto no significa que sucumbáis al mal, porque Yo os protejo. No sólo te perseguirían en este lugar de Wigratzbad, sino que te matarían. Tenéis asegurada una protección total. Pero presta atención a los falsos profetas. Quieren perseguirte de tal modo que no vuelvas a entrar en este lugar Wigratzbad. Pero yo deseo que santifiquéis diariamente este lugar Wigratzbad. Está profanado por estos falsos profetas. El líder y también su diácono esclavizado a él se han convertido en falsos profetas y lobos rapaces. Quieren destruirte a ti y también al lugar de oración y peregrinación de Mi queridísima Madre. Quieren destruirles y por eso os envío a la batalla. Venceréis con la Santísima Madre querida. No se cree en esta victoria. Completamente se quiere destruir, aniquilar y derribar este lugar de peregrinación. Pero vuestro Padre Celestial no lo permitirá.
Este gran lugar de peregrinación Wigratzbad tiene una misión muy especial y esta misión, Mi amado pequeño rebaño, la habéis asumido vosotros. Esto no es comprensible. Ni vosotros podéis comprenderlo ni los enemigos de Wigratzbad. Estáis en el bando equivocado. No reconocen la verdad. Proclaman la falsedad y viven la inmundicia. Vosotros defendéis la justicia, y triunfaréis en esta justicia. La victoria es segura si seguís dispuestos a soportar esta lucha con todas sus consecuencias. Siguen persiguiéndoos, os desprecian, incluso quieren maltrataros. El odio que te dirigen desde Wigratzbad crecerá cada vez más hasta que destruya a Satanás. No le dejaré delirar durante mucho más tiempo. Él delira y quiere destruir todo lo que se rinde a él, al satanismo. Sí, hijos míos, habéis oído bien. El satanismo ha entrado incluso allí. No podéis explicarlo, porque los masones quieren alcanzar allí la victoria. Todo lo que se somete a Satanás, es decir, obedece a los masones, está en el satanismo.
Este, Mi lugar de oración, debe ser destruido hasta los cimientos. La Iglesia de la Expiación fue rediseñada según los deseos de los francmasones. Ciertamente, ése tampoco era mi deseo ni mi plan. En cierto sentido, aún dejé que el malvado se enfureciera. Pero pronto perdió su poder. Y Yo, el Padre Celestial, con Mis amados hijos allí, arreglaré todo según Mi plan. Eso es seguro. Aún no lo veis, mi amado pequeño rebaño y seguidores. Ricos frutos me habéis traído, vuestro queridísimo Padre Celestial.
Rechazo al que no cree en Mí y no cumple mi voluntad, a ése lo desprecio. Estos son los falsos profetas y vuestros enemigos. Cuidado con esta falsa prole. La prole de Satanás os rodea. Si pudieras reconocer el odio que allí se te opone, no podrías volver a ir allí. Pero sigue siendo mi deseo y voluntad que aparezcas allí, aunque el odio sea cada vez mayor. Satanás sigue ensañándose contra ti. Pero no sucumbiréis ante él. Yo protejo a mis hijitos, y la queridísima Madre de Dios os acogerá bajo su manto salvador. Todos los ángeles os acompañarán en este camino diario de expiación.
Hoy, en este día, Mis hijos Heroldsbacher están en camino. Mañana celebrarán el Santo Sacrificio de la Misa allí en la hondonada. Este es Mi fruto, Mis amados falsos profetas. ¿Podéis verlo? No, ciertamente que no. Estáis al otro lado. Entre mis amigos y mis enemigos se ha construido un muro infranqueable. Es decir, el que vive en pecado grave está separado de Mí. ¿Puede celebrar válidamente el Santo Sacrificio de la Misa un sacerdote que está en pecado grave y separado de Mí? No, obedece al mal y vive el mal. Satanás reina en él. Y de eso Yo te protegeré. Tú no sucumbes a este mal. Pero vives en este mundo y estás expuesto a este mal a pesar de todo. Si Yo no os protegiera, Mis amados hijos, sucumbiríais a este odio. No podríais soportarlo, porque con la discreción humana no podéis imaginar en lo más mínimo cómo se expresa y se difunde este odio.
Os amo más allá de toda medida, Mi amado pequeño rebaño, Mis seguidores y aquellos que hacen Mi voluntad en su totalidad, no una parte de Mis deseos, sino Mi voluntad por completo. Deben entregarse completamente a Mí. Yo estaré a su lado en cualquier situación. Pero si no emprenden esta lucha y permanecen en silencio en este tiempo, no son mis amigos, porque son tibios. Vosotros, Mis amados que estáis de Mi lado, debéis aprender a luchar. No sucumbiréis en la lucha si continuáis luchando valientemente. Todos los ángeles están puestos a vuestro lado. Pero continuad yendo a la batalla. Ya habéis dado abundantes frutos. ¿Acaso el seguimiento en el hueco no es fruto abundante en este tiempo tan duro, en el que sois perseguidos en grado sumo? Y, sin embargo, creéis y dais testimonio de la verdadera fe y proclamáis la verdad. No conocéis temores humanos en ese sentido, porque estáis en mi poder, en el poder divino.
Has sido arrastrado ante los tribunales. En cualquier situación estáis dispuestos a testificar. No escatimas esfuerzos ni trabajo, pero sólo conoces la voluntad de tu Padre Celestial, pues Él es el Alfa y la Omega para ti. Me amas y me lo demuestras. Yo te protegeré.
Por eso te bendigo hoy, en este domingo 12 de julio, día de tu queridísima Madre Celestial en Heroldsbach, con todos los ángeles y santos, especialmente con tu queridísima Reina Rosa de Heroldsbach, el Dios Trino, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Te amo y te protejo de estos lobos rapaces. Amén.
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