lunes, 1 de junio de 2020

Segundo día de Pentecostés.

El Padre Celestial habla a través de Su herramienta voluntaria, obediente y humilde y de su hija Anne en el ordenador a las 11:30 y a las 19:00.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo, el Padre Celestial, también os daré un mensaje hoy, segundo día de Pentecostés, porque es de gran importancia para todos vosotros. Mis queridos hijos.

El tiempo se apresura Mis amados hijos. Ha amanecido un nuevo tiempo y no podéis comprenderlo, porque la falta de fe ha llegado a tal extremo que no puede haber un nuevo comienzo, como parece. Pero el Padre Celestial aún tiene posibilidades donde el hombre no las tiene.

Así pues, Mis amados hijos, seguid Mi nuevo plan, que no podéis comprender. Pero Yo os guiaré cuando me entreguéis completamente vuestra voluntad. No será fácil para todos vosotros superar la lucha que está a punto de comenzar.

El pueblo se rebelará contra esta privación de libertad, que ahora está planeada y que será impuesta por el gobierno.

La compulsión de la vacunación está en ciernes y en la planificación actual. Se implantará el chip. Desgraciadamente, muchos no ven a través de lo que ocurre a las personas individuales. La mayoría de la gente no tiene el Espíritu Santo, sino el No-Espíritu a través de los muchos delitos y pecados graves. No tienen perspectiva y se dejan arrastrar por la gran corriente. La Crisis Corona ha creado tal caos que es increíble. La gente está llena de pánico, porque muchos se encuentran sin nada y no saben cómo alimentar a sus familias. El paro se extiende y el trabajo a jornada reducida está en primer plano. Hay muchas relaciones que se rompen. El sufrimiento es incomprensible. Los logros escolares de los niños ya no se dan, porque el deber de máscara es superficial. Las enfermedades aumentan y también la desesperación.

Por desgracia, los sacerdotes ya no son pastores. Se han jubilado y no miran la difícil situación de los numerosos feligreses. Se han suprimido casi todas las confesiones. Los sacramentos también han desaparecido en gran parte. Un vacío total ha entrado en los corazones de la gente.

Esta fiesta de Pentecostés, Mis amados, debería decirte que hay que rezar por el Espíritu Santo. Pero los creyentes de hoy ya no encuentran oración. El rosario se ha olvidado por completo. Se ha quedado anticuado y nadie lo pide. Los creyentes se extinguen cada vez más y los jóvenes viven su propia vida en el mundo. Persiguen sus placeres y no piensan en su alma, de la que está hambrienta. Es un sufrimiento sin fin.

Pero, ¿cómo va a continuar sin esta fe? Las almas se marchitan y las personas se quedan sin apoyo. En efecto, piden ayuda. Pero buscan ayuda en otras religiones. La desesperanza aumenta en todas partes y la tasa de suicidios aumenta.

Además, los asesinatos en el vientre materno son cada vez más Uno ya no tiene conciencia porque todo el mundo lo hace hoy en día. Se ha convertido en una generalidad. Pero todas las madres se vuelven infelices y no encuentran un sacerdote que les haga tomar conciencia de la Santa Confesión.

Este tiempo de angustia ya ha amanecido y el virus del alma sigue haciendo estragos sin interrupción. .

Mis amados hijos, orad sin cesar y no cejéis en la disposición al sacrificio, porque podéis expiar muchas cosas, porque todo debe ser expiado. .

La intervención es inminente, pero el hombre sigue extraviándose aún más y no puede ser iluminado por Mis mensajeros, a los que hace tiempo ordené que disuadieran a la humanidad de sus debilidades y actitudes erróneas.

Todavía falta mucho para que sienta que no puede seguir así, tenemos que hacer algo y comprometernos. Es una cuestión de vida o muerte.

Yo soy el soberano del mundo entero y no dejo solos a Mis fieles. Los reuniré a mi alrededor desde todos los confines de la tierra. Escucharán mis palabras porque me conocen. He ido al Padre, dice Jesús Mi Hijo de Dios para pedir el Espíritu Santo para ti. Si tienes la perspicacia adecuada, dejarás el camino equivocado y tomarás el camino recto.

Ahora, cuando os digo que de esta pequeña ciudad de Mellatz saldrá la Nueva Iglesia, no podéis comprenderlo ni creerlo. Es Mi casa de gloria y no dejaré que esta casa sea arrebatada de Mellatz.

Pero el maligno seguirá intentándolo. Tiene su gozo en inquietaros.

Mis amados hijos, Yo, el Padre Celestial, dejaré que fluya en vosotros un amor profundo y las ascuas del amor del Espíritu Santo os serán dadas en un futuro próximo.

Será un amor que también se mostrará exteriormente.

Conocerás a personas que pueden esperar una conversión sólo por tu apariencia. Este tiempo de conversión amanecerá ahora. Yo, el Padre Celestial, deseo que muchos más creyentes de la Iglesia católica sigan el camino correcto de la Iglesia tradicional.

Hay que forzar la gran división de la Iglesia católica. Esto revelará un profundo toque de las almas. Mis queridos hijos, éste es mi tiempo, que ha amanecido. Muchas cosas ya no serán como son en este momento .

La crisis de Corona ha causado un profundo corte en las almas de los fieles. La convivencia en cada una de las familias también será diferente. Sentiréis que debe haber un Dios amoroso que tiene al mundo entero en Sus manos. Este tiempo de corona es también un tiempo de reflexión.

Te darás cuenta de que no sólo estás haciendo planes de vacaciones, sino que también puedes sentirte a gusto en un buen hogar. Sentirás que no puedes cambiar constantemente de relaciones sin sufrir graves consecuencias. La cohesión de las personas tiene que ser diferente. Yo, el Padre amoroso, he asignado una misión especial a cada persona y esta misión puede ser aceptada o no .

Yo, el Padre amoroso, sigo buscando atraer a Mi lado a muchas ovejas perdidas .

La verdadera Iglesia católica será una Iglesia de amor. Transmitir el amor será el primer mandamiento Los fieles deben encontrar una nueva forma de compartir la alegría y el sufrimiento. Los sentimientos por el otro deben despertarse en las almas individuales. Entonces podrán volver la paz y la alegría .

No son utopías, Mis amados. Se trata de la Verdadera Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.

Sí, Mis amados, de la Casa de la Gloria está saliendo realmente la Nueva Iglesia. Sed pacientes y afrontad siempre nuevos retos. Pero también permaneced vigilantes porque muchas personas os envidiarán por vuestra profunda fe. No podrán comprender cómo podéis afrontar con calma los numerosos problemas de la mudanza. La ayuda y el poder divinos os serán dados.

Ayudaos mutuamente, Mis amados, para que Mi plan y Voluntad Divina se cumplan. Estoy con vosotros todos los días y estáis bajo mi protección.

Os amo sin límites. Sois Mis fieles. Os bendigo ahora con todos los ángeles y santos con la Madre de la Victoria y Rosa Reina de Heroldsbach en la Trinidad en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El tiempo del amor y de la tremenda agitación está cerca de tu puerta. No tengas miedo, sino cree. Confía en la omnipotencia del Padre Celestial. .