domingo, 15 de mayo de 2022

Capilla de la Adoración

Hola queridísimo Jesús siempre presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te alabo, adoro, honro y doy gloria a Ti, mi Señor, Dios y mi Rey. Gracias por la Santa Misa de esta mañana y por la Sagrada Comunión. Gracias por las bendiciones de la vida, el amor, la salud, la seguridad, el empleo, la amistad, el cobijo, la comida y la ropa. Gracias por el don de la Fe, de la Fe Católica. Gracias por las enseñanzas de la Iglesia, Señor. Pagaste un precio grande y caro para establecer Tu Santa Iglesia en la tierra. Gracias por la libertad que aún disfrutamos en este país para amarte y seguirte (abiertamente), para adorarte y para vivir la Única y Verdadera Santa Fe Católica y Apostólica y las enseñanzas de esta fe que Tú estableciste y transmitiste a través de los Apóstoles. ¡Gracias, Señor! Acompaña a (nombre oculto) mientras termina el programa de Confirmación y espera la Confirmación. Acompáñale, guíale y dale la sabiduría para responder correctamente durante su encuentro de hoy con el Padre. Dale paz de espíritu y paz de corazón, Señor. Señor, te pido por cada uno de nuestros hijos y nietos. Ocúpate de las necesidades de cada uno, Señor y condúcelos al don de la salvación y a Tu Reino Celestial. Bendita Madre, da las gracias necesarias a cada miembro de nuestra familia para conducirlos a Tu perfecto y divino Hijo, Jesús. Gracias Madre purísima e Inmaculada de Jesús y Madre mía. Que tu Corazón Inmaculado triunfe pronto en el mundo y que toda la humanidad llegue al conocimiento y al amor de nuestro Señor Jesucristo a través de tu hermoso y santo corazón. (A Jesucristo a través de María) Bendita Madre y Nuestra Señora de Guadalupe así como a través de ti se puso fin al sacrificio de niños para los indios aztecas, por favor pon fin al sacrificio satánico del aborto. Ayúdanos Madre como sólo Tú y el Señor podéis. Padre, mira con misericordia a Tus pobres hijos, tanto a las víctimas infantiles como a las mujeres víctimas, y abre los ojos de los ciegos para que Tu verdad, la santidad de la vida, se haga evidente. Limpia la niebla de las mentes para que la lógica y la razón vuelvan a ser claras. Señor, no tenemos a nadie más a quien acudir. El mundo se ha convertido en un desastre tan podrido, lleno de la oscuridad del pecado, la impureza y el mal, y la humanidad, esta raza humana, no puede repararlo. Nosotros hemos creado este desastre, Señor, y sólo Tú puedes purificar el mundo. Señor, hay muchos que se esfuerzan por ser «iguales» a Dios, lo cual es obviamente imposible y muy orgulloso. Convierte los corazones de los que siguen a la serpiente/serpiente el maligno y dales gracias para que te sigan a Ti, el Señor y dador de vida. Si no fuera por Ti la situación sería desesperada. Pero, puesto que Tú eres Dios, ¡nuestra esperanza está en el nombre del Señor que creó el Cielo y la Tierra!

«Pequeña mía, gracias por tus oraciones, peticiones y alabanzas. Es bueno que hayáis venido a visitarme hoy, hijos míos. Mi (nombre oculto), tienes razón cuando dices que sólo Dios puede cambiar el mundo que se ha vuelto más malvado que en los días de Noé. Estoy levantando un pequeño pero santo ejército de jóvenes (y personas de todas las edades) para luchar contra el enemigo de Dios mediante su santidad, sus oraciones, ayunos, penitencias y con sus vidas (su testimonio). Este pequeño grupo o remanente será la sanación de Mi Madre. Ella aplastará el mal por el poder de Mi Espíritu Santo y Su Corazón Inmaculado triunfará. No te equivoques; cree que esto ocurrirá. No pierdas la esperanza en Dios y en todo lo que te he dado en la Sagrada Escritura y a través de la Santa Madre Iglesia. Confiad y creed. Vivid santamente, apartados de la cultura del mal. Apartaos y tened cuidado de no entrar en alianzas impías. Amad a vuestros enemigos. Rezad por los que os persiguen. Vivid el mensaje del Evangelio a tiempo y fuera de tiempo. Hijos míos, sólo hay una vida que vivir en esta tierra y luego estaréis Conmigo en el paraíso, Mi Reino Celestial. Ésa es vuestra meta. Ése es vuestro destino. Recordad esto. Centraos en esta meta y que cada acción de vuestra vida se haga y se vea a la luz del Cielo. Esta vida que te ha dado Dios Padre tiene un propósito y éste es el propósito. Fuiste creado por Dios en Su amor, por Su amor y para Su amor. Este amor debe llenar tu corazón hasta desbordarlo, tanto que seas incapaz de contenerlo y debas entregarlo a los demás. El amor de Dios, el amor puro de Dios obliga a amar a los que (como tú) también fueron creados a imagen y semejanza de Dios. He aquí que toda la naturaleza habla de la gloria de Dios. Cada persona creada es también un testimonio del amor de Dios. Esto significa que cada hijo de Dios tiene el privilegio y el honor de ser miembro de la familia de Dios. Cada persona está destinada por el Bautismo a ser abrazada en la familia de Dios. Esta es Mi Voluntad para Mis hijos. (Este es el plan de Dios, hijos Míos. Muchos no tienen en cuenta Mi plan; sin embargo, es el plan. Venid a las aguas del Bautismo, hijos Míos y permitidme el trabajo de ver vuestro deseo de ser abrazados por la familia de Dios. Hijos míos, no todos conocen este gran Sacramento. Si no sabéis nada al respecto, buscad la gracia de aprender y conocer. Hablad con un sacerdote católico y pedid este Sacramento. Ellos os guiarán sobre lo que debéis hacer, los pasos a dar para comprender más plenamente, las gracias de este Sacramento. Hacedlo enseguida, queridos Míos. Pronto llegará un día en que una multitud de personas solicitará ansiosamente este Sacramento, hasta el punto de que los sacerdotes estarán desbordados. No esperéis a la hora crítica, pobres Míos. Debéis buscar ahora mientras sea más fácil, pues pronto los tiempos serán aún más difíciles y el acceso a los sacerdotes será limitado. Venid ahora, hijos Míos, porque los pasos necesarios llevan algún tiempo y más tarde no habrá mucho tiempo. Os beneficiaréis haciendo lo que la Iglesia os indique ahora. Os lo digo por vuestro bien, por el bien de vuestras almas. Os amo y quiero lo mejor para vosotros y para vuestras almas eternas».

«Ovejita mía, el malvado adversario está criando a su «hijo», al que la Escritura se refiere como el anticristo. Ya está en el mundo y ha estado en el mundo muchas otras veces en la historia hasta cierto punto. El que reinará en la Tierra durante el Tiempo de las Grandes Pruebas ya está en la escena mundial y está siendo preparado por satanás. Sin embargo, no temáis. Vosotros, Mis Hijos de la Luz, no tenéis nada que temer. Ningún mal formado contra vosotros prosperará, pues el Dios del amor, el Creador del universo, vive dentro de vuestros corazones (seguidores Míos). Por eso os ordeno a todos que permanezcáis en estado de gracia. Frecuentad los Sacramentos de la Confesión y de la Sagrada Eucaristía. Éste es el modo de estar estrechamente unidos a Mi Sagrado Corazón, refugio último de las almas. Cuando uno está unido a Mí y habita Conmigo y Yo con él, nada del «mundo» (que es inferior a Dios, el Creador del mundo) puede vencerte, porque Yo estoy en ti. Ninguna arma formada contra vosotros, ninguna maldición, ningún ataque, ningún maleficio, nada, hijos Míos, prosperará. Lo que prosperará en vosotros y a través de vosotros es el amor y la misericordia, la alegría y la paz. El Reino de Dios que mora en vosotros os unirá a otros seguidores, Hijos de la Luz, y creará fuertes lazos que no podrán romperse. Dentro de vuestras pequeñas comunidades que se formarán en cada refugio, os convertiréis en zonas de luz que iluminarán el mundo. Al principio, serán como luces de búsqueda que atraerán a otros que necesiten ser rescatados. Acogerán a estas almas necesitadas de rescate en el lugar de la misión y las abrazarán como miembros de su familia. Cuando la luz crezca y madure, será como un faro que arroja luz sobre los mares tormentosos para no chocar contra las rocas. El faro, la regla de cada comunidad, salvaguardará a cada miembro como una guía amorosa. Esta regla será dada por Mí a cada líder en los refugios. La regla de tu comunidad te ayudará a vivir una vida centrada en Cristo y estructurada para que tengas un orden correcto. Incluirá, la oración, el estudio, el trabajo y el descanso, y junto con la Sagrada Escritura y el Catecismo, será una guía de cómo debéis vivir en la comunidad en paz. Morarás con otras personas a las que ahora no conoces, pero que habrán sido dirigidas a cada refugio por Dios. Cada persona allí tendrá un propósito para estar allí, tendrá dones, talentos, conocimientos, habilidades y necesidades particulares que serán beneficiosos para la comunidad. Digo comunidad, porque eso es en lo que os convertiréis. Los refugios no son sólo un lugar a salvo del mal para la supervivencia de la raza humana, sino que el resultado serán comunidades cristianas sólidas y amorosas. Seréis como la Iglesia primitiva. Puede que durante un tiempo se refugiaran en las catacumbas, pero florecieron y crecieron como comunidades en la comunidad más amplia, la Iglesia. Esto es en lo que debéis convertiros también vosotros, hijos Míos. Os proporcionaré muchas gracias. Debo hacerlo, o no podríais cumplir el gran plan que tiene el Cielo. Mientras viváis en los tiempos del refugio, creceréis en fe, esperanza y amor. Debo moldearos rápidamente en estos días, en poco tiempo, pues éste es sólo un tiempo de transición y quiero que todos estéis preparados (y con esto quiero decir que seáis muy santos y sabios) para vivir en el Tiempo de Renovación. Entonces seréis conocidos como Hijos de la Renovación, Mis amados hijos. Prosperaréis, floreceréis y seguiréis construyendo sobre las lecciones aprendidas durante los tiempos de refugio. Sin embargo, en la Renovación, los tiempos serán más hermosos y una santidad general, la bondad y el amor a la vida lo impregnarán todo. Centraos en Mí, hijos Míos. Continuad rezando, ayunando, haciendo actos de penitencia y misericordia. Frecuentad los Sacramentos y difundid el Evangelio ahora, hijos Míos. Será mejor que lo hagáis ahora, Mis pequeños. No tengáis miedo. Recordad que sois Mis hijos. Mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo». Recordadlo y animaos con el poder de Mi Espíritu Santo. Aunque pierdas la vida en el proceso, ¿qué tienes que temer? Si das tu vida por tu Jesús, llegarás antes al Cielo. Eso es todo. El Cielo es tu meta final, así que no te preocupes si llegas antes de lo que habías planeado. Decidme, ¿quién de vosotros se queja cuando viaja de vacaciones y llega antes de lo previsto? ¿No os da mucha satisfacción saber que podéis empezar a disfrutar antes de vuestro destino de vacaciones? Por supuesto, hijos míos. Imaginaos qué grandes delicias os esperan en el Reino de Dios. Si uno llega antes de lo previsto, os aseguro que ni un alma se ha quejado ni se quejará jamás. Así pues, seguid viviendo como Yo os he enseñado y como enseña la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica. Acordaos, hijos Míos, de rezar por vuestros Obispos y sacerdotes. Vuestros Pastores necesitan vuestras oraciones. Rezad por la protección de Mi Iglesia. Sed personas de fe, de esperanza, de amor, de misericordia, de perdón, de alegría. Debéis ser personas de alegría. Recordad lo que sufrí por vosotros para que tuvierais la salvación y la alegría suprema de conocer a Dios, de amarle y servirle. Qué gran alegría hay en la familia de Dios!».

«Eso es todo por ahora, corderito Mío. Te bendigo en el nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en el nombre de Mi Espíritu Santo. Ve en paz, Mi (nombres ocultos). Todo irá bien. Empezad de nuevo, hijos míos. Os quiero».

Amén. ¡Aleluya! ¡Te amamos, Jesús!