Mensajes de diversas orígenes

 

sábado, 8 de marzo de 2025

No Dejes De Orar, En El Poder Del Silencio Encontrarás Paz En Tu Alma Y Fervor En Tu Espíritu

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 17 de febrero de 2025

 

El Señor - Hija, ven a recoger Mi Pan para todos los que vengan a alimentarse de él, porque Mi Palabra es el Pan de Vida que es eterno. Guarda Mi Presencia en ti y encontrarás la paz y la alegría, Yo que soy la paz y la alegría. Leer las Escrituras, leer Mi Palabra de vida os trae verdadero alimento y verdadera bebida, y el amor de Mi Corazón por vosotros trae leche a vuestras almas.

¿Por qué? Porque la leche es dulce y alimenta el alma y el cuerpo, el alma por la dulzura que aporta y el cuerpo por la fuerza que da. cuerpo por la fuerza que da.

Hijos, no dejéis de rezar, no dejéis de vivir Conmigo y en Mí. Os prometo, hijos, que Conmigo y en Mí, pasaréis por todas las pruebas y las venceréis todas. Amo, hijos, vuestra alma en silencio, que viene a Mi encuentro, a través del pensamiento, a través de la lectura sagrada (la Santa Biblia) o también a través de otras lecturas sagradas que traen a vuestras almas paz y alegría. Hijos, vengo a vosotros en silencio y construyo Mi Morada en vosotros cuando venís a Mí en el silencio del mundo; vosotros Me lleváis como morada y Yo llevo Mi Morada en vosotros, en el silencio del mundo, hijos, encontráis la unión Conmigo y construís una morada en la tierra del Cielo. Hijos, aprended el silencio, Yo que soy el silencio, que hablo en el corazón del hombre y lo reviso con Mi Presencia.

La unión se fortalece en el silencio y la fuerza y el poder de mi Presencia arraiga en el alma. No busquéis el mundo, sino Mi camino; no miréis a vuestro alrededor, sino dentro de vosotros, donde Yo habito, Yo que os acompaño en todo momento y que construyo en vosotros Mi Morada para haceros vivir del Cielo y elevar vuestras almas a las más altas alturas. Cielo del Padre Eterno.

Hijos, en la oración encontráis la fuerza y la alegría para cumplir Mi Voluntad, porque sólo Mi Voluntad puede llevaros al Cielo y abriros el camino, el único camino, el de la Salvación en el Padre Eterno.

En la Tierra siempre habrá una lucha entre lo que es correcto y bueno y lo que es incorrecto y malo, pero llegará el momento en que todo lo que es malo será expulsado y viviréis libres, liberados de las cargas de la muerte que Satanás instala e inflige a los hijos de este mundo.

Hijos míos, seguid Mi camino, escuchad Mi voz y venceréis los mil peligros que os esperan a cada instante. Que vuestros corazones permanezcan en constante oración y, con Nosotros (Santísima Trinidad), venceréis los miedos, las intimidaciones, las tentaciones y todas las pruebas que el Maligno ponga en vuestro camino. No tengáis miedo, sino trabajad en silencio, a través de la oración.

Hijos, dejad que la oración sea vuestro alimento constante, y vuestras almas se elevarán, saborearán la Luz y brillarán con el Fuego del Altísimo, Mi Padre y vuestro Padre.

Hijos, os pido que oréis sin cesar, que escuchéis constantemente Mi voz que, en vosotros, os trae Mi Presencia, que no entréis en las tentaciones del mundo que bloquean Mi Ley de amor, y encontraréis la Vida, tendréis la Vida en vosotros, la que trae alimento y bebida a vuestras almas y os trae la paz. Hijos, el corazón debe ser oración y sólo la oración constante os traerá el Agua Viva. Orad, hijos, orad sin cesar. Orar es tener el corazón constantemente en el Cielo, es aprender a amar. Hijos, llevad vuestros hogares al Viento del Cielo y viviréis en alma y corazón en el Espíritu Divino que os acompaña y os guía.

No dejéis de rezar, en la fuerza del silencio encontraréis paz en vuestra alma y fervor en vuestro espíritu. Rezad, hijos, rezad, la oración es fuerza, la oración es refugio, es vuestro refugio en estos tiempos que traen tormenta, tragedia y muerte. Mantened vuestros corazones anclados en el Mío, Yo os guío por el camino de la justicia y de la paz. Orad, hijos, orad sin cesar y todo en vosotros será profunda alegría, júbilo y la dicha del Cielo. Venid a Mi Morada, os espero para poner sobre vosotros el Sello de Mi Corazón y haceros parte de Mi Morada.

Velad y rezad, la oración y la vigilia tienen la misma fuerza, la oración y la vigilia están en el mismo barco y ambas conducen a las puertas del Cielo, al Río subterráneo de Mi Divino Corazón. Permanece en Mí, Yo inspiro en ti, en ti, el Fruto divino de Mi Palabra y guío tus pasos por Mi camino de vida. Amor, hijos, amor y todo lo demás se os dará por añadidura, y viviréis la verdadera Vida, que está en vuestro Salvador y vuestro Maestro, Maestro del Amor, Maestro de la Palabra, Maestro de la Vida. Entrad en Mis atrios y venid a saborear el fruto de Mi Corazón, venid a beber de la fuente del Agua viva de Salvación que Yo soy y viviréis, hijos, viviréis en verdad y en verdad y nadie podrá separaros de Mí.

La Vida en vosotros dará fruto, el Fruto de la Vida que Yo Soy, que riega vuestros parterres y los hace brillar con Mi Palabra para conduciros al Viento Nuevo, el Viento de Mi Espíritu que, en todo hombre de buena voluntad, da fruto en la proporción de cien, en la proporción de mil a uno.

Velad y orad sin cesar. En la oración, siempre estaréis protegidos y viviréis, vuestro corazón volará con el Mío y vuestras vidas darán fruto.

Origen: ➥ t.Me/NoticiasEProfeciasCatolicas

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