Mensajes de diversas orígenes

 

miércoles, 28 de mayo de 2025

El Silencio y la Palabra del Maestro Son Una Misma Estrella Que Viene A Irrigar La Llama En Vuestras Almas

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 21 de mayo de 2025

 

[Habrá muchos falsos profetas en los últimos días, pero el que profetiza permanece solo en silencio. Así como hay muchas moradas en la casa de Mi Padre, hay muchas voces llevadas por el Padre, y todas confluyen en una sola Palabra, única y verdadera. En el silencio del mundo, oculto a los hombres, el monje reza, el ermitaño se aleja.

Sólo necesitas la pluma que vierte tinta del Corazón, y el ancla amarra al hombre a Mi pensamiento de vida, Mi Vida de Eternidad dada por él. Hijos, ¡la oración es un corazón amarrado al Mío! Y Mi voz se oye en el silencio a través de la palabra interior, que vierte en el hombre el río de la Vida para alimentarlo. El hombre se alimentará del Pan del Cielo, y el Pan del Cielo está también en el corazón del hombre, donde mora el Amado para acompañar y guiar a cada hombre en el silencio, pues sólo el profundo silencio interior lleva la Voz y el Camino.

El hombre que se mantiene erguido es el hombre que se humilla en Mi Presencia, que acalla su voz para escuchar la Mía. Cada uno tiene su misión y cada uno tiene su camino. A cada uno se le da la Palabra de amor; que la tome el que se humille, pero todo hombre recibe el maná de Mi Corazón y todo hombre es Mío. Yo no hago distinciones y digo a cada uno: «Tú eres Mi hijo amado y Yo te guío por el camino; toma la mano que te ofrezco y ella te guiará. Sin embargo, te dejo tu libre albedrío, pues el hombre ha sido creado libre, pero que sepas que siempre vengo a ti, quienquiera que seas, para traerte Mi paz, Mi Pan de Vida que es el amor, y Mi Presencia para guiarte en el silencio. Así, te dejo la libertad de acogerme, de escucharme, de volver a Mí o de negarme, pero seas quien seas, eres Mi hijo, y contra Mi Corazón, acuno tus alegrías, tus dudas, tus murmuraciones, tu silencio, tus rebeldías, y sin que te des cuenta, guío tus pasos; y estoy cerca de ti, para que no caigas aún más bajo. Soy el Silencioso, pero no el Distante. Os escucho y oigo vuestras quejas, vuestras dudas, vuestras tristezas, vuestras alegrías, y os llevo cerca de Mi Corazón para acompañaros, para purificar a unos y elevar a otros. Pero uno Mi Corazón al tuyo y te llevo Mi Palabra en silencio, para alimentar tu alma y mecer tu corazón. Sólo los ángeles saben que Yo soy el que Es, el que Era y el que Será. Soy el Presente eterno que te trae el don de Mi Corazón para que crezcas en la Morada de la Paz y te fortalezcas a Mi lado. Mi amor, en silencio, te quema por completo, y te llevo el Fuego del amor de Mi Corazón, que con su llama te sostiene y te da fuerza.

Aquel que Es nunca te abandona, sino que vela por ti como una madre vela por su hijo, como una gallina vela por su nidada. Yo soy el Amor que lleva el amor en silencio y hace nacer ríos de Agua viva en el corazón de los hombres. Soy el río subterráneo que riega vuestras moradas para que florezcan y brillen. Mi Fuego os llevo y Mi paz os doy, y camino con cada uno y guío a cada uno. Soy el Vigilante Despierto, el Vigilante Eterno con un Corazón de Fuego, que incesantemente hace arder vuestras moradas con Mi Llama de amor y que, en silencio, os trae ayuda y asistencia. Yo soy el Hijo, el Único, y el Hijo y el Padre, pues el Padre y Yo somos Uno, y os llevamos con Nosotros para que no caigáis, para haceros crecer en Nuestra Presencia, para perfumar vuestras almas con Nuestro Amor Divino y para guiar vuestro espíritu hacia la Luz.

El silencio es el maestro del Fuego, el silencio es la fuente viva. El Silencio y la Palabra del Maestro son una misma Estrella que viene a regar la llama en vuestras almas. Y la Llama de Fuego, la Llama del Espíritu, invade cada morada que son vuestros corazones, que, en silencio, crecen y florecen en el Sol de Dios.

A cada uno se le llama, y a cada uno se le da. Hijos, en silencio venid a saborear el Río de Agua Viva que trae paz a vuestras almas y las nutre con Mi fragancia de amor. En vuestro sueño, traigo Mi Fuente de vida, y la Gracia de Mi Corazón os inunda.

¡Que Mi Paz sea tu paz! Te doy la fuerza de Mi Espíritu para que crezcas fuerte y fiel al Sol del Padre, Mi Padre y tu Padre. En silencio, sin saberlo, lleváis la paz de Mi Corazón, que lleva en vosotros su semilla y su fuerza. Alegraos, gritad de alegría, porque el Día se acerca y la Paz irradiará de vuestros hogares y arderá con la misma fragancia, que es la del Amor del Padre.

Id y estad en paz, ¡el Cielo lleva su antorcha dentro de vosotros!

Origen: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr

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