martes, 10 de agosto de 2021

Llamada de María Santificadora al Pueblo de Dios. Mensaje a Enoc

Mi Ejército Mariano Preparaos, Estad Alertas y Vigilantes Como Buenos Soldados, ¡Porque las Grandes Batallas Espirituales Están A Punto De Comenzar!

Hijitos de mi Corazón, que la Paz de mi Señor esté con todos vosotros, que mi Amor de Madre y mi protección os acompañen siempre.

Mi Ejército Mariano, se acercan los días en que honraréis la Gloria de Dios con vuestro testimonio. El tiempo de la Gran Evangelización está a punto de llegar; el Espíritu de Dios os acompañará y guiará, como hizo con los discípulos de mi Hijo y con la Iglesia de los primeros cristianos. Hijitos, vosotros sois los discípulos de mi Hijo, de estos últimos tiempos; hoy os llamo a congregaros en torno a mis cenáculos o santuarios para que recibáis la efusión del Espíritu Santo, que os bautizará con Su fuego, para que anunciéis a todas las naciones el Evangelio de mi Hijo, sin temor.

Consagraos al Padre Celestial y al Espíritu Santo de Dios, para que por Su Gracia y Misericordia, os transforméis en valientes guerreros que anuncien a las naciones el regreso triunfante de mi Hijo. Sed entonces mis amados hijos portadores de la Luz, la Sabiduría, el Amor y el conocimiento de Dios, con los que transformaréis el mundo y allanaréis el camino para su segunda venida en Gloria y Esplendor. Recibiréis entonces los Frutos y Dones del Espíritu Santo, mediante la consagración personal que cada uno de vosotros hará al Padre y al Espíritu Santo, que será derramado sobre vosotros, por la imposición de las manos de uno de mis Predilectos, Sacerdotes de mi Movimiento Sacerdotal Mariano.

Pedidme en oración, mediante el rezo de mi Santo Rosario, que os envíe a uno de mis Prediáconos para que os guíe en vuestras misiones, pues sólo en ellos se manifestará el poder del Espíritu Santo en esos días. Mis amados del Movimiento Sacerdotal Mariano serán vuestros guías espirituales en los días de oscuridad espiritual que se acercan.

Hijitos, orad por la Iglesia de mi Hijo, porque muy pronto millones de almas perderán la fe, a causa de la hecatombe espiritual que está a punto de producirse. El Cisma ya ha comenzado y la apostasía va en aumento, la inmensa mayoría de la humanidad actual está lejos de Dios.

Muchos pequeños rebeldes se están desbautizando, renunciando a la Iglesia y a mi Hijo; ¡qué tristeza siento en mi Corazón de Madre de la humanidad, cuando veo esta abominación que separará el Espíritu de Dios de estas pobres criaturas! Al renunciar al bautismo, a la Iglesia y a Dios, quedáis a merced del Maligno, que se apoderará de vuestras almas; ya no sois hijos de Dios, sino demonios encarnados al servicio del amo de las tinieblas. Rezad, pues, hijos míos, por la crisis de la Iglesia, porque está a punto de estallar un Gran Cisma, que moverá sus cimientos, pero no la derrumbará. Yo, vuestra Madre Celestial, en compañía de Miguel, de las legiones angélicas, de las Almas Benditas y de mi Ejército Mariano aquí en la tierra, no permitiré su caída; la sostendremos y protegeremos de los ataques del Maligno y de sus huestes malignas.

Mi Ejército Mariano preparaos, estad alerta y vigilantes como buenos soldados, pues las grandes batallas espirituales están a punto de comenzar. Uníos en oración con mi Santo Rosario y demos junto con Miguel y la Milicia Celestial, el grito de guerra: ¿Quién es como Dios? ¡Nadie como Dios!

Estad en la Paz del Altísimo hijos míos.

Vuestra Madre, María Santificadora

Dad a conocer, hijitos, los mensajes de salvación de estos últimos tiempos a toda la humanidad.