viernes, 6 de febrero de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy Jesús apareció majestuoso, llevaba una túnica blanca y nos mostró su Sagrado Corazón que brillaba con llamas de amor. Jesús estaba envuelto en una luz y tenía un aspecto indescriptiblemente bello. Al verlo casi se me para el corazón de la emoción. Tenía los brazos abiertos mientras nos deseaba la paz y estaba un poco inclinado en el aire, mirándome con tanto amor.

¡Mi paz sea con vosotros!

Yo, la Luz de vuestras vidas y la Luz del mundo, estoy aquí para bendeciros. Escuchad el grito de mi voz que os llama a la conversión. Mi voz resuena por todo el mundo para decir a los hombres que ¡basta de pecado!

Arrepentíos mientras mi Corazón misericordioso se abre para derramar sobre el mundo torrentes de amor y de perdón.

Mi Corazón misericordioso desea ardientemente tu salvación. No descuides tu salvación. El demonio es astuto y quiere devorarte. No cedas a las tentaciones, no caigas en sus trampas. Te doy las gracias del cielo para que puedas vencerle.

Confía en la intercesión y protección de mi Madre Inmaculada, la Reina del Cielo. Con qué gran amor viene a la tierra para hablaros por el bien de vuestras almas, y cuántos son ingratos y sordos a su voz. Rezad para que recibáis con amor los mensajes que os da el Cielo.

Quien permanezca sordo a la voz de mi Madre, caerá, y quien cierre su corazón a su amor, sufrirá. Os digo: sed obedientes, como mi Madre es obediente. Imitadla y no caminaréis en la oscuridad. Volved a vuestros hogares con la paz de nuestros Santísimos Corazones: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sentí en mi corazón que debía rezar la oración de Gloria y las recé en honor de las llagas de Jesús, suplicando por todos los enfermos, pidiendo su curación. Sentí que debía pedírselo a Jesús y él escuchó amablemente las oraciones que se le dirigían. Con una hermosa sonrisa nos concedió su bendición.