Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

viernes, 3 de abril de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

Hoy la Santísima Madre, apareció con un velo oscuro y un vestido morado. Tenía las siete espadas grabadas en el pecho. Ella, la Madre de los Dolores, nos dijo

¡Paz mis amados hijos!

Vengo del cielo para deciros que volváis al Señor que os llama a la conversión. Mi Hijo Jesús vino al mundo, enseñó, bendijo, curó a los enfermos, consoló a los afligidos, fue traicionado, abandonado por los suyos y repudiado. Sufrió un dolor atroz, derramando su preciosísima sangre por la redención del mundo en su bárbara pasión y crucifixión, entregando su vida al Padre, después de haber soportado el peso de los pecados y el golpe de la justicia divina que cayó sobre él, para salvar a aquellos que acogieran su llamada, que vivieran sus enseñanzas, siguiendo el camino de conversión y santidad que le enseñó, por la vía de la renuncia, el desapego de este mundo y la aceptación de la cruz con amor y paciencia.

Todo lo hizo mi Hijo Jesús para salvaros, hijos míos. Todo lo soportó por amor a vosotros, y yo, vuestra Madre Celestial, ofrecí al Padre mis dolores y lágrimas pidiendo la conversión de cada uno de vosotros.

Mi misión maternal continúa hasta el día de hoy, pues no me canso de interceder ante el Trono de mi Divino Hijo, pidiendo su misericordia para vosotros y para el mundo. No os rindáis. No os dejéis vencer por las tentaciones y las pruebas de la vida. Dios os da la fuerza y la victoria sobre todo mal y dificultad.

Encontrad su gracia en la oración y en los sacramentos. Encontrad su amor infinito en cada celebración de la Santa Misa. Recibid su bendición en profundidad, abriéndole sinceramente vuestros corazones.

Hijos míos, no seáis débiles en la fe, no os desviéis del camino de Dios. Luchad por el cielo. Sed obedientes a mis llamamientos y así consolaréis a mi Corazón Doloroso e Inmaculado, quitándole toda espada de dolor que lo atraviesa, a causa de los muchos pecados y ultrajes infligidos por los hombres ingratos que no quieren convertirse y pecan horriblemente contra mi Divino Hijo. Intercede y ofrece tus oraciones y sacrificios en reparación por los pecados del mundo.

Hoy he venido del cielo para bendeciros y consolaros con mi amor y mi bendición: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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