Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
viernes, 16 de noviembre de 2007
Mensaje del Corazón Santísimo de San José

Marcos, hijo amadísimo, te bendigo hoy con todos aquellos que hayan venido sinceramente a orar contigo.
Es necesario hacer “guerra” a los propios apegos, a las pasiones internas y a los propios defectos cada día.
La obra más grande que puede hacer el hombre para glorificar y agradar a Dios es hacer la guerra contra sí mismo cada día.
El hombre que no hace la guerra a sus defectos, a sus apegos, incluso si son sus ideas, juicios y pensamientos, acabará convirtiéndose en víctima de sí mismo.
La verdadera santidad no es ser popular ni siquiera ganarse la estima de los hombres.
La verdadera santidad es luchar contra uno mismo y contra los propios defectos para desprenderse de todo, morir por uno mismo y por el mundo para vivir únicamente para el Señor.
Más provecho saca el hombre que hace la guerra contra sus defectos un día que el hombre que pasa toda su vida entreteniéndose con criaturas, incluso con las mejores intenciones.
El hombre que se entretiene demasiado con las criaturas poco cuidado tiene de su alma. El hombre que habla mucho y se entretiene con el mundo es ciertamente descuidado de su alma y, por lo tanto, no ve los árboles venenosos que hay en ella.
El hombre espiritual se enfoca en luchar contra sus defectos, sus apegos y su egoísmo para que, entonces, verdaderamente libre, sea digno de unirse a Dios, con María Inmaculada y conmigo. Y solo entonces, después de haber poseído esa corona de libertad, va a llevar a otros almas por el mismo camino de desapego y mortificación para que también ellos puedan alcanzar la corona de libertad.
Mi Santísimo Corazón desea elevar las almas a una gran unión con Dios. Pero solo traerá almas verdaderamente comprometidas con la guerra contra su propia voluntad, contra su egoísmo, su egocentrismo y su vanidad interna.
Que continúes rezando todas las oraciones que te hemos dado aquí pidiendo la gracia de no ser impulsivo [1] sino luchar la buena lucha, es decir, la lucha contra tu voluntad, tu apego y tu amor propio.
Te bendigo Marcos con todos Mis hijos que anhelan por Mí y Me buscan cada día”.
[1] quien o el que es débil de espíritu; tímido; cobarde; temeroso; blindado.
Orígenes:
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