Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 11 de diciembre de 2016
Mensaje de María Santísima

(Marcos): ¡Alabada sea por siempre! Sí. Sí, lo haré. ¿Y cuál es el tema sobre el que la Señora quiere que hables? Sí, lo haré.
(María Santísima): «Queridos hijos, hoy, de nuevo, vengo a pediros santidad. Sed santos viviendo en el amor, el amor es santidad.
«Amad a Dios con todo vuestro corazón, viviendo una vida de unión y amistad con Él, creciendo en esta unión y no dejando que nada, nada se interponga o interrumpa esta unión con Dios.
Para uniros al Señor debéis rezar de verdad y rezar mucho con el corazón, que renunciéis cada día a una pequeña voluntad vuestra. De este modo, vuestras almas se harán fuertes y capaces de renunciar a los grandes apegos que tenéis.
Y recordad siempre que lo que Dios quiere de vosotros es vuestra voluntad, el amor, sólo así vuestras almas se unirán a Él.
Vivid la verdadera santidad viviendo en el Amor, amar a Dios significa hacer Su Voluntad. Si verdaderamente amáis a Dios hacéis todo lo que Él os pide a través de Mí, entonces la santidad hijos míos ya estará sucediendo y floreciendo en vuestra alma y en vuestra vida.
Quiero que comprendáis que lo que Dios busca es amor. La santidad es amor y cuanto más améis, más santos seréis.
La santidad de una persona se mide por el grado de amor, cuánto ama a Dios, cuánto me ama a mí y cuánto trabaja por la salvación de los demás. Así conocerás a los verdaderos santos.
Por eso os deseo esta santidad que hará que todas las almas vean a Dios en vosotros, que Me vean presente en vosotros como muchos de Mis hijitos Me han sentido y Me han visto en Mi hijito Marcos, en la llama de amor que puse en él, en ese amor grande y ardiente que tiene por Mí. Un amor que no sólo encanta a los hombres, sino también a los Ángeles y a los Santos del Cielo.
Es esta santidad la que deseo de ti, la santidad del amor. Rezando cada día Mi Rosario con el corazón, alcanzarás esta santidad que también alcanzó Mi hijita Luzia, aunque en Su tiempo todavía no había revelado el Rosario.
Ella comprendió que la santidad es amor y amando totalmente a Dios con su alma y a Mí se hizo santa en poco tiempo. Y vosotros también, si seguís el mismo camino rezando Mi Rosario con amor y comprendiendo que la santidad que Yo quiero de vosotros es el mayor amor a Dios y a Mí, vosotros también seréis santos en poco tiempo.
Os amo a todos y os doy las gracias a todos los que habéis permanecido aquí todos estos días de mi fiesta para amarme, consolarme, alabarme, escuchar mis mensajes y aprender de mí lo que es la verdadera santidad, la que agrada a Dios.
Me gustó mucho todo lo que dijo mi hijo Marcos, pero sobre todo me gustó cuando os explicó cómo soy el complemento de la Santísima Trinidad, que tanta gloria me da, como cuando me llaman Madre de Dios, Mater Dei.
Porque esta gran gloria que me ha dado la Trinidad, ¡me la ha dado por Amor! Y entonces Mis hijos pueden valorar cuánto he sido amada por Dios y cuánto Me ha colocado verdaderamente el Señor como Reina de todo el Universo, haciéndome partícipe de todo, de todo lo que Él hace para el bien y la salvación de todos.
Esto Me da tanta gloria, conmueve tanto Mi Corazón que no puedo resistirme verdaderamente a nada de lo que Me pide Mi hijito Marcos, porque al glorificarme así, me hace prisionera de Su corazón, de Su amor y me inclino ante Él para darme, para comunicarme con todas las gracias a Él y a través de Él a todos Mis hijos.
Donde enseñar que soy el complemento de la Santísima Trinidad y donde creer en mi gran poder allí estaré haciendo verdaderos prodigios.
Continuad rezando mi Rosario cada día, a través de él hijitos, Yo haré arder vuestros corazones cada vez más de mi llama de Amor.
No hay nada que ame más que el Rosario y no hay nadie a quien ame más que a un hijo que ama, difunde y enseña a sus hermanos a rezar el Rosario.
A todos bendigo con amor ahora desde Lourdes, Fátima y Jacareí.
Paz a ti Marcos, paz a ti también querido hijo Carlos Tadeo, gracias por venir, gracias por darme la gran alegría de tenerte aquí conmigo.
Paz hijos míos».
(Santa Lucía): «Queridos hermanos Míos, yo, Lucía, vengo de nuevo para deciros a todos: Yo soy la Llama de Amor de Dios y deseo que vosotros también seáis esta llama de amor como yo he estado viviendo en el amor, creciendo en el amor y dejándoos dominar, tomar, absorber, perderos completamente en el amor de Dios.
Entregaos al Amor de Dios como yo le he entregado vuestras vidas, vuestras voluntades, vuestros corazones, vuestros cuerpos también, para que todo sea de Dios, para que todo sirva a Dios y para que todo glorifique verdaderamente a Dios.
Entregaos a Dios para que os transforméis en llamas vivas del amor de Dios, para que allá donde vayáis comuniquéis estas llamas y transforméis verdaderamente a todos en llamas incesantes de amor.
Entregaos al amor de Dios viviendo una vida de completa unión con Él, mediante la oración, la meditación de los Mensajes. Y vivid continuamente en una ascesis incesante, es decir, en un ascenso incesante hacia el Señor a través de una vida llena de oración, gracia y obediencia a Su voluntad.
Ser llamas de amor al dejarme poseer completamente por el amor de Dios.
Renunciad, como dijo muy bien Nuestro Amadísimo Marcos, a todo temor a la llama de amor de Nuestra Santa Reina, la Llama del Amor del Señor, para que esta llama penetre en sus corazones, crezca en ellos, viva en ellos, se encienda en ellos y habite verdaderamente en ellos. Y a través de sus corazones se extienda, se transmita a todos los corazones de la tierra.
Sed llamas vivas de amor como yo, viviendo verdaderamente en el Amor. La Madre de Dios no os exige que seáis siempre perfectos, sino que estéis siempre en el Amor. Si estáis siempre en el Amor, la perfección, la santidad llega con el tiempo.
Debéis estar siempre en el Amor, buscando el Amor y buscando cada vez más que vuestros corazones sean tomados por este Amor. Para que podáis estar en el Amor, procurad huir de todo lo que es malo y entregaros cada vez más a la oración, especialmente al Rosario, que os une de un modo incomprensible. Pero os une verdaderamente a la Madre de Dios mucho más que el niño en el seno de la Madre.
A través del Rosario, Tú y Ella estáis conectados de un modo que Satanás no puede hacer nada. Así que reza el Santo Rosario todos los días, porque mientras reces el Rosario de Satanás, él no tendrá la última palabra, ni sobre ti, ni sobre la humanidad, ni sobre nada.
Por eso, queridos hermanos y hermanas, debéis hacer uso de este poderoso medio de salvación, de unión con la Madre de Dios, con Dios mismo, que os ha dado Nuestra Santa Reina.
Yo Luzia, os amo a todos y nunca estoy tan cerca de vosotros como cuando rezáis el Rosario, como cuando estáis alabando y amando a Nuestra Santísima Reina. Yo misma descenderé del Cielo para rezar el Rosario con vosotros y ofrecer al Señor y a Ella esta oración.
Prometo que todo aquel que rece mi Rosario el día 13 de cada mes, mi Rosario Milagroso compuesto por mi amado Marcos. Y que aquel que se acuerde de Mí al menos una vez a la semana rezándolo, le prometo que no le negaré nada, nada de lo que se me pida mientras no sea contrario a la voluntad del Señor.
Así pues, amados hermanos y hermanas, avanzad por el camino de la santidad y no olvidéis nunca: en Mí tenéis siempre una hermana, una amiga, una abogada, una protectora y una defensora. ¡Quiero, deseo mucho ayudaros a todos!
No tengáis miedo de entregaros a la Llama de Amor de Nuestra Reina, dejad que entre, actúe, trabaje en vosotros, haga cosas maravillosas en vosotros. Ni siquiera te preocupes por tus defectos o manchas. Porque esta Llama de Amor es tan fuerte que en poco tiempo convierte en nada incluso las manchas más oscuras.
Y entonces vuestras almas serán bellas, hermosas y perfectas para Dios, porque estarán hechas de amor total y entero, como Dios quiere.
A ti, amadísimo Marcos, que tanto Me glorificaste en la tierra haciendo este vídeo de Mi vida, a ti que tanto Me glorificaste haciendo Mi Rosario para que estos Mis hermanos y hermanas pudieran volverse a Mí y recibir las gracias que sólo a través de Mí conceden el Señor y Nuestra Reina.
A vosotros que tanto Me habéis amado desde la juventud y que nunca jamás dejasteis de amarme de verdad. A vosotros hoy y pasado mañana en Mi día os concederé grandes gracias especiales.
Te amo Marcos, Yo fui un eco de la Virgen María en la tierra y tú, tú eres el eco de los dos. En tu voz pongo la Mía, para que se oiga en todo el mundo y todos Mis hermanos y hermanas conozcan Mi amor, conozcan el amor de Nuestra Reina, conozcan el amor de Dios.
Sigue, sigue hablando del Amor, sigue siendo la Llama del Amor. Sigue cansándote, trabajando, entregándote cada vez más, entregándote a Dios y a Ella para que realmente todos los que vean esta maravillosa llama de amor que hay en tu corazón, como ya ha sucedido, también se iluminen, se envuelvan en esta luz, se salven con la luz de esta llama y realmente puedan elevarse a las más altas alturas del Cielo y de la santidad.
Os bendigo con gran amor y también a ti amadísimo Carlos Tadeo a quien amo y protejo con especial cuidado, gracias por venir a mi Fiesta.
Te bendigo con amor y bendigo también a todos estos mis hermanos que están aquí generosamente desde Siracusa, Catania y Jacari».
(María Santísima): «Mis queridos hijos, todos los que han recibido estos Rosarios deben sentirse muy amados por Mí. Amo a todos mis hijos, pero a estos hijos les doy hoy este Rosario como signo de mi amor, de mi amistad y de mi protección.
Guardadlo con vosotros para toda la vida, a través de él os daré grandes gracias. Y también para que os acordéis de Mí cuando ya no hable Aquí, para que seáis siempre, siempre fieles, buenos hijos para Mí y os conduzca a través del Rosario al Cielo
A través de estos Rosarios recibiréis grandes gracias de mi Corazón. Y os protegeré, dondequiera que estéis con este Rosario, que será un escudo, que será fuerza y luz para vosotros en estos tiempos de gran sufrimiento.
Os amo a todos, rezo por todos vosotros y pronto daré más Rosarios con mi bendición especial a muchos de mis hijos.
Yo, aquí en este lugar, os he hecho este regalo, os he dado esta gracia por amor y también porque los méritos de mi hijito Marcos han obtenido esta nueva gracia para vosotros.
Sentiréis nuevas luces a través de este Rosario, sentiréis nuevo amor, nueva paz, sentiréis gracias maravillosas en vuestros corazones y en vuestras vidas.
Hago esto porque soy verdaderamente la Mediadora de todas las Gracias y Aquí Mi Corazón quiere favoreceros siempre más de lo que amo con todo mi Amor maternal.
A todos os bendigo una vez más con amor y os dejo Mi Paz. Buenas Noches».
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.