Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 25 de diciembre de 2016

Nochebuena

 

Mensaje de Nuestra Señora

(madrugada hacia las 6:30)

Nuestra Señora se apareció con el niño Jesús en brazos

(María Santísima): «Mis queridos hijos, hoy que celebráis el nacimiento de mi Hijo Jesús, vengo de nuevo a deciros a todos: Su nueva Navidad está cerca.

Por tanto, debéis prepararos para la venida de mi Hijo Jesús, debéis prepararos para Su nueva venida, Su nueva Navidad que ya no será en la humildad, la pobreza y el sufrimiento, sino en la gloria. Debéis prepararos con mucha oración, porque la segunda Navidad de mi Hijo Jesús está verdaderamente cerca, ¡una Navidad que será en la gloria!

La Navidad está cerca en la Gloria de mi Hijo Jesús y vendrá con sus Ángeles sobre las nubes del cielo para juzgar a los vivos y a los muertos, para dar a los pecadores el castigo que merecen. Y para dar a los justos que han perseverado en el amor a Mi Hijo, en la gracia, la verdad y la santidad, la recompensa por sus trabajos, sufrimientos, oraciones, lágrimas y su fidelidad a Mi Hijo.

Sí, por tanto, ¡que todos los pecadores se conviertan! Por eso vengo aquí a Jacari, para dar a todos Mis hijos las oportunidades de convertirse y salvarse. Mientras estoy aquí doy todas las posibilidades, doy todas las oportunidades a Mis hijos para que se conviertan y se salven.

Que abran sus corazones y acojan en ellos la gracia de Mi Hijo Jesús que ofrezco que doy generosamente Aquí. Que reciban mi gracia, el amor de mi Madre para que se salven.

Vuestra Segunda Navidad está cerca en la gloria y por ello, hijos Míos, debéis apresurar vuestra conversión como nunca antes. Dejad por completo todas las cosas mundanas, volved a Dios, entregaos al servicio de Dios para que verdaderamente vuestra alma y vuestra vida se vuelvan más blancas que la nieve. Y podáis agradar verdaderamente a Mi Hijo Jesús y ser considerados dignos por Él de estar a Su lado, a Su derecha en el Cielo.

Su Segunda Navidad en la Gloria está cerca, por eso he multiplicado Mis apariciones extraordinarias por toda la tierra para llamar a todos Mis hijos a la oración, a la conversión, a la penitencia y a la santidad.

Para que, viviendo en el amor y en el santo temor de Dios, Mis hijos alcancen verdaderamente esa santidad plena y completa, consumada, que Mi Hijo desea para agradar al Padre, para agradar a Su Divino Corazón y al Espíritu Santo.

Y así la Trinidad por medio de Mí pueda tener aquí, en Mis Apariciones en Jacareí sobre todo, un pueblo santo para Su alabanza, para Su adoración, para Su servicio.

La Segunda Navidad de mi Hijo está cerca en la gloria, por eso os invito hoy una vez más a vivir en el amor, a vivir en mi Hijo Jesús. Él es Amor, vive en Él y Él vivirá en ti, permanece en Él y Él permanecerá en ti.

Si vivís en Él, es decir, buscando continuamente Su Amor, esforzándoos cada uno por cumplir Su Palabra, por obedecerle, por amarle, viviendo en Su Espíritu. Entonces Él vivirá en vosotros, aunque tengáis defectos. Y entonces, Jesús quemará estos defectos más rápido que la paja en una hoguera y transformará vuestras almas en una obra bella, perfecta y maravillosa para Su Gloria y para la Gloria del Padre.

Seguid rezando el Santo Rosario todos los días, a través de él os transformaré siempre más en obras perfectas de santidad y de amor para entregar a mi Hijo Jesús. Para que cuando Él vuelva en Su Segunda Navidad en la Gloria, encuentre en Mis Manos, joyas de rara belleza de santidad, lapidadas, pulidas, talladas por Mí para adornar Su corona real en el Cielo.

Hoy con gran amor os bendigo con Mi hijo Jesús en Mis brazos, el Príncipe de la Paz de Lourdes, de Fátima, de Belén y de Jacarí.

Gracias por rezar toda la noche, haciéndonos compañía a Mi Hijo Jesús y a Mí, habéis secado muchas lágrimas de Nuestros Ojos, sacado muchas espadas de dolor de Nuestros corazones y Nos habéis dado una gran alegría.

Por todo ello, hijos Míos, sed bendecidos ahora y siempre. Y sobre todos vosotros, concedo ahora también indulgencia a todos aquellos que llevan Mi Medalla de Paz con Amor, que rezan el Rosario de Mi Hijo, el Niño Jesús.

Y que verdaderamente santifican esta noche santa cada año dejando las cosas mundanas para estar Aquí en Mi Santuario para consolarnos y amarnos.

Que la indulgencia y la bendición del Señor desciendan ahora sobre todos».

(Marcos): «Querida Madre Celestial, ¿tendrías la bondad de tocar estos Rosarios que hemos hecho para tus hijos y entre ellos también para Mi Padre Espiritual Carlos Tadeo?

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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