Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 8 de noviembre de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz al Vidente Marcos Tadeu Teixeira

Satanás es fuerte, ¡pero mi Medalla de la Paz es más fuerte que él!

 

(Marcos Tadeu): ¡Que Jesús, María y José sean alabados por siempre!

Sí, lo haré.

Prometo que lo haré esta semana.

«Sí, mi Reina».

"Queridos niños, ¡soy la Reina y Mensajera de la Paz! Hoy celebráis aquí el aniversario de la Revelación de mi Medalla de la Paz.

Mi Medalla de la Paz, como he dicho tantas veces, es el mayor don, el mayor regalo de mi Corazón Inmaculado para vosotros.

A todos los que lleven mi medalla toda su vida y mueran con ella, les prometo la salvación y alcanzaré todas las gracias necesarias para la salvación del alma que lleve mi medalla en la hora de la muerte.

En esa hora no seré para ellos juez, sino amiga, madre e intercesora, abogada misericordiosa.

Prometo a todos los que lleven mi medalla con amor y sean apóstoles de mi Corazón, al difundir esta mi medalla al mundo, prometo gracias copiosas de mi corazón, escribiré los nombres de estas almas, de estos niños en mi Corazón Inmaculado y tendrán la primacía en mi corazón en cuanto a las gracias que quiero dar al mundo.

Sí, tendrán la preferencia de mi corazón, porque son mis amados apóstoles los que dan a mis hijos este gran tesoro de mi corazón: mi Medalla de la Paz, escudo de paz, de amor, de protección que doy a cada hombre para defenderlo de los ataques del enemigo infernal.

Satanás es fuerte, ¡pero mi Medalla de la Paz es más fuerte que él! Y donde esté, donde se lleve con amor y devoción, allí mi enemigo no permanecerá mucho tiempo si está, no podrá entrar si está mi Medalla de la Paz y no podrá arrastrar a las tinieblas del mal a los hijos que lleven con amor mi Medalla de la Paz y recen cada día mi Rosario.

Mi Medalla de la Paz es el escudo más poderoso que doy a mis hijos en estos tiempos de gran tribulación y apostasía para defenderlos tanto en los momentos difíciles de sufrimiento y dolor por los que tendréis que pasar, por los que todos tendrán que pasar, pero también para protegerlos de las tinieblas de la apostasía que ahora arrastran a tantas almas a la incredulidad, al ateísmo y a la pérdida de la verdadera fe.

Sí, a todos los que lleven mi Medalla de la Paz, les prometo mi protección y estas almas serán amadas y apreciadas por Dios, como flores que serán colocadas para adornar su trono y mi trono en el Cielo.

Rezad, hijos míos, porque con el Rosario podéis revertir todas las victorias de Satanás en las batallas que libréis con él, podéis revertir en victoria para el Señor.

E incluso cuando Satanás gane alguna batalla, perseverando en la oración del Rosario, en el futuro podréis revertir sus victorias en victorias del Señor.

¡Así que reza, reza, reza sin descanso!

Con mi Rosario recuperaréis la paz del corazón, recuperaréis la gracia de Dios si la habéis perdido, aumentaréis la gracia si ya la tenéis. Y aquellos de mis hijos que estén lejos de la gracia del Señor y de su amor, recuperarán esta gracia en poco tiempo y la habrán aumentado cada día por el poder de mi Rosario.

Sí, con el Rosario recuperaréis el equilibrio interior, la serenidad, la paz del alma. Con mi Rosario recuperarás incluso muchas gracias que habías perdido. Con mi Rosario crecerás cada día más en santidad y volarás cada vez más alto en el amor de Dios.

Con el Rosario recibirás mis inspiraciones sobre cómo resolver tus problemas, solucionar tus indecisiones y tomar las decisiones correctas que te llevarán al cumplimiento de la voluntad de Dios, y también, te conducirán a la santidad más perfecta como el Señor desea y quiere.

Con mi Rosario, podrás cambiar toda tu tristeza en alegría radiante. Así que reza, reza y reza sin cesar en todo momento y dondequiera que estés.

Las almas que reciben más gracias son las que rezan mi Rosario, así que: ¡Reza! ¡Reza! ¡Rezad!

Reza también el Rosario de mis Lágrimas y el Rosario de la Paz meditados cada día. Así os daré abundantes gracias de mi Corazón, con las que seréis cada día más bellos para el Señor y para mí.

Y rezad por la conversión de los pecadores, porque el tiempo de la misericordia del Señor se está acabando y si la humanidad no se convierte caerá un gran castigo, pero con el Rosario los castigos pueden ser aliviados y disminuidos.

Con el Rosario los pecadores pueden convertirse y con la desaparición de los pecados, también desaparecerán los castigos.

¡Rezad, rezad y rezad sin cesar!

Elegí a mi hijita Catarine Labouré, Catalina, para entregarle mi Medalla Milagrosa al comienzo del ciclo de mis últimas y grandes Apariciones al mundo. Elegí a mi hijito Marcos para recibir la última medalla, que cierra el ciclo de mis grandes manifestaciones, para conducir a toda la humanidad al triunfo de mi Corazón Inmaculado.

Busqué a un niño digno de recibir tan gran tesoro y regalo de mi Corazón y elegí a mi hijito Marcos, cuyo corazón puro y cristalino me agradó y también cautivó mi amor, cautivó mi corazón.

Por eso le di este tesoro inestimable para que a través de sus manos inocentes, puras y amorosas mis hijos pudieran recibir este gran regalo de mi corazón que traerá tantas gracias y tanta luz, tanta paz para todos mis hijos.

Por tanto, no hay lugar sobre la faz de la tierra que haya recibido un tesoro tan grande como éste de mi Medalla de la Paz. Apreciadla y recibiréis de mi corazón y del corazón de mi hijo grandes gracias de amor.

A todos y especialmente a ti, mi pequeño hijo Marcos, a quien he dado el gran tesoro de mi Medalla de la Paz, de mi rostro de amor, de los tercios de poder y de tantos otros signos. A quien di mi Escapulario Gris y la Medalla de mi esposo José, porque eras muy digno de todas esas grandes gracias y tesoros del Cielo, y mucho más lo serás, y a todos mis hijos que ahora bendigo: de Lourdes, de Pontmain y de Jacareí.

Te bendigo también a ti, mi amado hijo Carlos Tadeo. Ahora te doy mi mensaje especial y privado:

«Hijo mío, el día de la revelación, en el momento de la revelación de mi Medalla de la Paz a mi hijito Marcos, al hijo que te di, te miré con amor y derramé sobre ti, dondequiera que estuvieras en aquel momento, copiosas gracias de amor de mi Corazón.

Sí, mientras mi hijito Marcos me contemplaba con el Espíritu Santo en la revelación de la medalla, recibiste grandes efusiones de gracias de mi Corazón y del Espíritu Santo, Dios-Amor.

Sí, y esta medalla siempre ha sido y será un canal de grandes gracias para ti. Así que llévala siempre puesta, pídeme gracias y protección a través de ella y te daré abundantes gracias y dones de mi corazón.

Derramaré sobre muchas almas también a tu alrededor gracias a través de la Medalla de la Paz que llevas sobre tu corazón.

Esta medalla te aliviará en el dolor y el sufrimiento.

A través de ella te aliviaré en el sufrimiento, en el dolor.

A través de ella, inundaré de luz tu corazón y tu alma.

A través de ella, te daré grandes y buenas inspiraciones sobre qué decir, sobre qué rezar en los cenáculos que hagas por mí.

A través de ella, te iluminaré cada día más y te haré rica en las gracias del Señor.

Y alégrate en tu corazón porque te he dado como hijo espiritual, como hijo, el alma elegida y privilegiada a la que he dado mi Medalla de la Paz, a la que he dado mi Santa Faz con mi hijo vivo irradiando gracias, luz y amor a todos.

A él le he dado mi Escapulario Gris de la Paz y con el que todos los que mueran con él no perecerán, no se condenarán.

A este hijo le di también la medalla de mi esposo José y le regalé el rosario del poder, tantas oraciones, tantas gracias y en el que manifesté un signo que no he manifestado ni siquiera en los hijos míos más santos que ya han pisado la faz de la tierra: el del rayo de luz que hice descender del cielo sobre él señalándolo como mi hijo predilecto y bien amado.

Sí, os di un hijo que me pidió en 1994 que mostrara una gran señal en el Cielo para que todos creyeran. ¡Y el Señor, el Padre, mi hijo, el Espíritu Santo y yo mismo no le negamos este signo porque era muy digno de él y de muchos más!

¡Y en el día anunciado y prometido por mí la señal se hizo realidad! Así mostré al mundo entero, no sólo la verdad de mis apariciones aquí, sino también cuánto es amado este hijo, querido, amado del corazón del Padre, de mi hijo, del Espíritu Santo y de mi corazón.

Tal hijo al que ni siquiera Dios mismo se resistió, tal hijo al que ni siquiera yo mismo me resistí y por el que realizamos los mayores signos milagrosos, fue precisamente este hijo el que os di para mostraros cuánto os amo, lo valiosos y especiales que sois para mí. Y cuánto a través de este hijo quiero favorecerte cada vez más, enriquecerte con las gracias de lo alto y hacer de ti una maravillosa obra de belleza, de santidad, para mayor gloria y exaltación del Señor.

Por eso, hijo, alégrate en tu corazón, exulta de alegría y persevera en el camino al que te he elegido y te he llamado, que te conducirá al Cielo, a la felicidad eterna.

Durante este mes habla de mi Medalla de la Paz, habla también de los signos que di el 7 de noviembre de 1994 aquí, que muestran toda la grandeza de mis Apariciones y también la grandeza del amor que la Santísima Trinidad y Yo tenemos por el hijo que te di y cuánto es amado por nosotros. Y quien le escuche, me escuchará a mí; quien le desprecie, le discuta y le contradiga, le disputará y se enfrentará a mí y al Señor.

Así aprenderán mis hijos la verdadera obediencia que tanto agrada y complace al Señor y atrae a mi alma copiosas gracias y bendiciones, atrayendo los ojos favorables del Señor y también el favor de mi corazón.

A vosotros os bendigo con amor ahora y os pido: en cada cenáculo rezad con mis hijos el Rosario de la Paz meditado nº 8 y el Rosario de la Llama de Amor nº 4. Para que mis hijos aprendan, sepan, sientan cuán grande es mi amor por todos ellos y cuánto deseo amarlos y salvarlos a todos.

Ahora os bendigo abundantemente con todas las gracias de mi amor».

Mensaje de Nuestra Señora después de tocar los OBJETOS Religiosos

Como dije antes, allí donde llegue uno de estos tercios estaré viva llevando conmigo las abundantes gracias y bendiciones del Señor.

A todos de nuevo os bendigo para que seáis felices y os pido que leáis el capítulo 16 del libro de mi Alfonso «Un Camino de Salvación» y a mi hijito Carlos Tadeo os pido que leáis el capítulo 22.

A todos les dejo mi paz.

Permaneced en la paz del Señor».

Vídeo de la APARICIÓN:

https://www.youtube.com/?reload=9&hl=pt&gl=BR

VIDEO DEL CENÁCULO:

https://www.apparitionstv.com/apptv/video/1454

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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