domingo, 26 de diciembre de 2021

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz y Santa Tarsila al vidente Marcos Tadeu Teixeira

Preparaos porque mi Hijo Jesús dará al mundo una gran sorpresa, vendrá de repente como un ladrón, sin avisar, y a cada uno se le dará según sus obras

(Marcos): «Alabados sean por siempre ¡Jesús, María y José!

¿Qué queréis de mí, amada Señora?».

(María Santísima): «Queridos hijos, hoy os invito de nuevo a volver al Señor. Así como la primera venida de mi Hijo a la tierra fue precedida por un precursor. Así también ahora vengo como precursora de Su Segunda Venida, de Su Segundo Advenimiento.

Sí, vengo a preparar el camino de mi Hijo. Toda colina será allanada y todo valle rellenado, para que el camino hacia Él sea recto, llano y pavimentado para los pies reales de mi Hijo, que viene a establecer en la Tierra Su reino de amor y de paz.

Preparaos porque mi Hijo Jesús dará al mundo una gran sorpresa, vendrá de repente como un ladrón, sin avisar, y a cada uno se le dará según sus obras.

Por tanto, renunciad a las obras de las tinieblas y venid a las obras de la luz.

Renunciad a todo lo que os impida ser completamente míos y de mi Hijo, para que entonces podamos entrar de verdad en vuestros corazones y reinar en ellos.

Sólo queda una señal para la venida de mi Hijo, y antes de Él debe venir la gran luz, yo vendré con la luz para mostrar y revelar la verdad a toda la humanidad. Y poco después, casi inmediatamente, caerá el castigo, terminará el tiempo de la conversión.

Estáis recibiendo las últimas señales, las últimas advertencias para que os convirtáis. Así que, hijos míos, aprovechad este tiempo de gracia que se os concede y cambiad vuestras vidas, llenad vuestras manos de buenos frutos, porque hasta ahora hay muy pocos en vuestras manos. Llenad vuestras manos de buenos frutos para ofrecerlos al Señor.

Y así, de esta manera seréis considerados verdaderamente dignos de Él, y de entrar en Su reino. Muchas veces tus oraciones no son escuchadas, porque tus manos están vacías de méritos y no puedes recibir las gracias que Dios desearía darte.

Llena tus manos de buenas obras, de méritos, de buenos frutos, y entonces mi Hijo considerará tus peticiones.

Aquí, donde te revelo todo mi amor, te doy la gran y única oportunidad de tu vida, no la tires, no la desperdicies, porque no tendrás otra.

¡Sigue rezando mi Rosario todos los días!

A ti, mi hijito Marcos, te doy las gracias una vez más, no sólo por ésta, sino por todas las demás películas de mis apariciones en Lourdes que has hecho. Gracias a ellas, mis hijos pueden ver toda mi gloria, pueden sentir todo mi amor y comprender mi mensaje de Lourdes que es: oración, penitencia, conversión y confianza en mí que soy la Madre de todos vosotros, y que nunca abandonaré a ninguno de mis hijos.

Sí, gracias a vosotros mis hijos sienten ahora mi amor, comprenden lo que vine a pedir a la tierra a través de mi hijita Bernadette: más oración, más sacrificio, más amor a Dios. Así que mis hijos ahora pueden responderme que sí, y me responden que sí, siguiéndome verdaderamente por el camino de la oración, de la santidad y de la gracia.

Y todo esto, gracias a ti. Así que no dejes que nadie te quite la alegría, que nadie te robe la alegría porque es mérito tuyo.

Mientras la gente sólo buscaba el cumplimiento de sus deseos personales y de sus planes personales, tú dedicaste tantos días, meses y años a hacer todas estas películas para mí, las 50. Para hacerme más conocido y amado y hacer que el mundo viera mi gloria, viera mi amor.

Y ahora mis hijos sienten de verdad mi amor, conocen mi gloria y se dirigen a mí con amor y confianza, se dejan guiar mansamente por mí.

Por todo esto hijo mío te doy hoy 1200 gracias especiales, por tu padre Carlos Tadeu por quien has ofrecido todo el día de hoy, los méritos de esta película, derramo de nuevo 1 millón 110 mil gracias especiales.

Y sobre todos los que estáis aquí derramo ahora 2300 gracias, bendiciones que recibiréis el 11 de febrero, el 11 de julio y el 11 de octubre de cada año, durante 4 años seguidos.

Así, derramo sobre todos mis hijos las copiosas gracias especiales de mi Corazón.

Además, ahora derramo sobre esa pequeña alma en particular por la que también habéis pedido y ofrecido durante todo el día, ahora derramo sobre su petición 1300 gracias, que recibirá hoy y también el 11 de febrero y también el día del cumpleaños de Marcos. Será un día de gracias y bendiciones para ella.

Ahora os bendigo a vosotros y a todos mis hijos con amor: desde Lourdes, desde Pontmain y desde Jacareí.

(Santa Tarsila): «Amado Marcos, yo, Tarsila, sierva del Señor y de la Madre de Dios, me alegro de venir hoy aquí por primera vez.

Os amo, os amo a todos, amo también a mi muy amado hermano Carlos Tadeu, le protejo y le guardo de todo mal.

Amad a la Madre del Amor que es María Santísima y vuestros corazones se llenarán de amor verdadero, escuchad la voz del amor que Ella es, que clama en este desierto actual. Acudid a Sus llamadas y encontraréis la vida, pues está escrito de Ella en la santa Palabra del Señor: 'Quien Me busca Me encuentra, y quien Me encuentra, encuentra la paz. Los que Me aman aman la vida, pero los que Me odian aman la muerte eterna'.

Sí, los que aman de verdad a María encuentran la vida, los que la aman menos que a sí mismos y prefieren su propia voluntad a Ella, éstos aman la muerte eterna y en la muerte eterna perecerán.

Amad, pues, a la Madre de la Vida, de la vida eterna, y encontraréis que esta vida os será dada.

Amad la voz de amor que es María Santísima, que viene a este mundo para llamaros a la oración.

Reza el Rosario todos los días, abandona tus malos caminos, escucha Su voz, medita Sus mensajes con más amor, y te salvarás.

Renuncia a toda falsedad, renuncia a toda deshonestidad, y el Espíritu Santo te mirará con amor, descenderá sobre ti y te colmará de gracia.

Reformad completamente vuestra vida, combatid vuestros defectos, tratad de eliminar de vosotros todos los vicios y también todas las malas costumbres, hábitos que habéis asimilado, adquirido en el mundo, para que se os considere dignos de la vida eterna, del Cielo.

Dejad fuera de vuestros corazones todo lo mundano, expulsad de vuestros corazones todos los malos sentimientos. Que en vuestro corazón sólo haya paz, bondad y amor.

Amad al Señor sobre todas las cosas, pues éste es el deber de todo hombre, guardad Sus mandamientos, y seréis felices y dichosos en la tierra, y después tendréis la vida eterna en el Cielo.

Amado hermano Carlos Tadeu, ¡alégrate! ¡Alégrate y regocíjate! Mira cómo la Madre de Dios te amó, te dio el niño predestinado que había de venir al mundo para dar a conocer todas sus Apariciones y ser amado por todos.

Sí, y este hijo bendito, esta alma privilegiada ha logrado, cumplido y triunfado en esta misión y gracias a él, ahora el mundo entero conoce la gloria, el amor y la bondad de la Madre de Dios y puede por fin darle su sí y corresponderle con amor y recibir todas las gracias de su llama de amor.

Mira, mira amado hermano, que a través de este hijo bendito y elegido las Apariciones de Lourdes brillan ahora con todo su resplandor y el mundo entero conoce las conversiones, las gracias, las curaciones, las obras maravillosas que la Madre de Dios realiza en ese lugar bendito donde se apareció a Santa Bernadette.

Y gracias al hijo se te dio todo esto, no sólo a ti, sino a tantas y tantas almas que ahora conocen y tienen sus corazones llenos de luz, llenos del amor, de la llama de amor de la Santísima Madre de Dios.

Alégrate, porque la Santísima Madre te ha considerado digno de ser el padre espiritual de esta alma privilegiada y te ha dado esta gran posesión como parte de su herencia espiritual y a través de ella tantas cosas maravillosas hará todavía la Santísima Madre en tu vida.

Y así como San José se parecía cada vez más a Jesús, cuanto más unido estaba a Él, así también, cuanto más unido estés al hijo que se te ha dado, más te parecerás a Él, te convertirás en un rayo de luz, en una llama viva de amor, en un acto incesante de amor. Y así seréis amados y también a través de vosotros actuarán con poder la Santísima Trinidad y nuestra Madre Inmaculada para llevar a cabo sus designios y planes de amor.

Reza, reza continuamente porque la misión para la que has sido destinada con esta alma privilegiada es muy grande y pronto se te darán nuevas etapas de esta misión. Reza y ora para que estés preparada para cumplir con éxito todo lo que se te ha confiado. Por ahora confía, reza, espera y deja que suceda la gracia.

Alégrate, reflexiona, medita sobre esta gran gracia que se te ha concedido. Y así como la gracia de la maternidad divina cambió no sólo la vida de nuestra Santísima Reina, sino toda la historia de la humanidad. Así también, la gracia de esta paternidad, de esta alma privilegiada y elegida, cambiará no sólo tu vida, sino la de tantas y tantas almas que se salvarán por el plan de amor que se realizará contigo y con él unidos.

Así que, confía, ¡estoy contigo! Te amo y nunca te abandono, nunca lo haré.

¡Os bendigo a todos con gran amor!

Pero hoy te bendigo de una manera especial mi querida hermana Eliane, soy tu protector, rezame, pideme todo lo que quieras y te lo dare.

También te bendigo mi querida hermana Darci, soy tu protector también, invócame en cada aflicción y en la misma hora tendrás mi gracia y protección.

Os bendigo a todos con amor, y especialmente a ti mi amado Marcos, aún debes realizar muchas grandes obras para la Madre de Dios, tu tarea en la tierra aún no ha terminado. ¡Daos prisa! ¡Corre, porque el tiempo apremia!

¡Yo estaré a tu lado y nunca te abandonaré!

Los que os hagan daño o os hagan sufrir tendrán que ajustar cuentas conmigo, porque yo os defiendo y os amo como si fuerais mi propia gloria, mi propio corazón.

Ahora os bendigo a todos con amor y sobre todos derramo mi paz».

Mira este Cenáculo completo:

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