lunes, 10 de noviembre de 2014

Lunes, 10 De Noviembre De 2014

Lunes, 10 de noviembre de 2014

Jesús dijo: "Pueblo mío, en el Evangelio de hoy pregunté a Mis apóstoles quién era Yo. Finalmente, San Pedro afirmó que Yo era el Cristo, el Hijo del Dios vivo. Mi pueblo también necesita saber quién soy, porque muchos están perdiendo el respeto y la reverencia a Mi Santísimo Sacramento. No todos los católicos creen en Mi Presencia Real en Mis Hostias consagradas. Sigo estando Presente en Mi Cuerpo y Sangre en cada Hostia Eucarística. Así como el rey de Babilonia abusó de los vasos sagrados de Israel, así también veréis abusos en Mi propia Iglesia. La visión de la mano que escribía en la pared: mene, teckel y peres, representaba la caída de Babilonia que estaba por llegar. Así que incluso en vuestro propio país estáis viendo otros signos de la escritura en la pared de vuestra propia destrucción venidera. Vuestros abortos y vuestros pecados sexuales por sí solos, están haciendo descender Mi justicia sobre América, y seréis castigados con la pérdida de vuestras libertades. Se permitirá que el pueblo de un solo mundo derribe vuestro país, ya que pasaréis a formar parte de la Unión Norteamericana. Esto es sólo un paso más hacia la venida del Anticristo durante la tribulación. Mi pueblo necesitará buscar Mis refugios para su protección, cuando abandonen sus hogares. Confiad en Mi protección contra los malvados, pues encontraréis descanso en Mis refugios".

Jesús dijo: "Pueblo mío, tu posesión más importante es tu alma, por lo que necesitas protegerla del pecado y de las tentaciones del demonio. Podéis proteger vuestra alma confesándoos mensualmente y llevando vuestros sacramentales bendecidos. Pon sal bendita alrededor de tu casa, y puedes colocar medallas benditas sobre tus puertas y ventanas. Puedes hacer consagrar tus casas a Mi Sagrado Corazón Entronizado para la protección de tu hogar. Mi Santísimo Sacramento debe ser una parte importante de tu vida, donde Me recibes en la Sagrada Comunión en la Misa y Me adoras en la Adoración. Recibirme en la Sagrada Comunión es tu mejor sabor del cielo en la tierra. En la Adoración todos sabrán que tienen que pasar por Mí para entrar en el cielo. En el Evangelio de San Juan dije: "Si no coméis la Carne del Hijo del Hombre y no bebéis Su Sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come Mi Carne y bebe Mi Sangre tiene vida eterna y Yo le resucitaré en el último día".