Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
viernes, 27 de marzo de 2015
Viernes 27 De Marzo De 2015

Viernes 27 de marzo de 2015
Jesús dijo «Pueblo mío, os acercáis al Domingo de Ramos cuando leéis sobre Mi Pasión y muerte. Los dirigentes judíos Me condenaron a muerte por afirmar que Yo era el Hijo de Dios, verdad que se negaban a creer. Me llevaron ante los romanos, que ayudaron a ejecutar Mi sentencia de muerte por crucifixión. El Domingo de Pasión leerás un largo relato de cómo fui azotado y golpeado mientras llevaba Mi cruz. Hoy tendréis el Vía Crucis, para que podáis leer cómo sufrí en la Vía Dolorosa. Todos Mis sufrimientos formaban parte de Mi sacrificio para salvar a las almas de sus pecados. Por eso vine a la tierra como hombre, para poder sufrir todo lo que vosotros sufrís en la vida, excepto el pecado. Os amo tanto a todos que estuve dispuesto a dar Mi vida por vosotros. Siempre que pases por sufrimientos terrenales de dolor o enfermedad, puedes unir tu sufrimiento al Mío en la cruz. Puedes ofrecer tu dolor como mérito redentor para ayudar a otras almas. A medida que atravieses la Semana Santa, podrás apreciar toda la crueldad del hombre, tanto al maltratarme a Mí, como al maltratar y matar a los demás. Camina Conmigo hacia el Calvario mientras llevas tu propia cruz en la vida».
Dijo Jesús: «Pueblo mío, la vida en la tierra podría considerarse una carrera a través del tiempo, con el cielo como meta. Al igual que en tu juicio, se pondrá a prueba cómo me has amado a Mí y a tu prójimo con tus acciones. Tienes muchas opciones en la vida para seguir tu voluntad o Mi voluntad. Haces esta elección en cada una de tus acciones porque cada elección es hecha por tu libre albedrío. Si sigues Mis Mandamientos y limpias tus pecados en la Confesión, tendrás tu recompensa en el Cielo. Sé que tienes debilidades terrenales para pecar, así que necesitas arrepentirte de tus errores pecaminosos y empezar de nuevo. Busca Mi perdón con contrición, y te liberaré de tus ataduras de pecado. También puedes intentar evangelizar a tantas almas como puedas para evitar que vayan al infierno. San Pablo, al final de su vida, dijo: (2Tim 4,7) «He combatido el buen combate, he terminado la carrera, he guardado la fe».
Origen: ➥ www.johnleary.com
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