viernes, 15 de mayo de 2015

Viernes, 15 De Mayo De 2015

Viernes, 15 de mayo de 2015: (San Isidro, el campesino)

Jesús dijo: «Pueblo mío, las lecturas de hoy os muestran el contraste entre lo que sufren mis fieles en la tierra y la alegría que tendrán en el cielo. Sufrir dolor por problemas de salud o por la persecución, es sólo un breve tiempo en la vida comparado con una eternidad de alegría y amor Conmigo en el cielo. El sufrimiento que tienes en la tierra puede ayudarte a compensar parte del castigo en el purgatorio por tus pecados. Tu cuerpo terrenal está sujeto a problemas de salud y a tu muerte final. Tu vida después de la muerte estará liberada de las debilidades del cuerpo. La mayoría de las almas, que no van al infierno, necesitarán cierta purificación en el purgatorio. El sufrimiento en el purgatorio parecerá peor para tu alma cuerpo, pero puede que haya gente que rece por ti, como tú rezas por las pobres almas del purgatorio. Haz que se pidan algunas Misas en tu testamento, o da instrucciones a tus familiares. Mis fieles tienen la promesa de estar un día Conmigo, y os extasiaréis al comprender Mi infinito amor. Cualquier sufrimiento que soportéis por Mi causa, parecerá menor comparado con el gozo eterno Conmigo en el cielo. Así que no dejéis que ningún sufrimiento o problema os retenga, porque vuestro espíritu saltará de alegría el día en que vengáis a Mí para siempre.»

Dijo Jesús: «Pueblo mío, esta visión de una gran colmena de avispas y las malas hierbas espinosas en la hierba, son una advertencia para que la gente evite que le piquen o sufra dolor por las espinas en su piel. Cuando estás al aire libre, hay cosas en la naturaleza que podrían hacerte daño. Así que intentas evitar cualquier molestia. En tu vida espiritual te pueden perjudicar el pecado o las adicciones. No siempre se piensa en evitar las ocasiones de pecado porque no hay un dolor inmediato si cometes un error. Ciertas adicciones pueden ser difíciles de evitar una vez que se ha establecido el hábito. La gente puede verse arrastrada a las adicciones sin darse cuenta al principio. Las acciones pecaminosas también pueden ser sutiles al principio, pero los deseos de tu cuerpo pueden hacerte pecar, lo que podría hacer que se formara el pecado habitual. Del mismo modo que eres lo bastante inteligente como para evitar las cosas dolorosas de la naturaleza, también debes estar siempre alerta ante las tentaciones del demonio, evitando cualquier ocasión de pecado. Afortunadamente, disponéis de Mi sacramento de la Reconciliación, que os permite limpiar vuestras almas del pecado mortal y venial. Mis fieles deben aprender de sus errores para poder evitar el mismo pecado en el futuro. Son los pecados que cometéis con más frecuencia sobre los que debéis trabajar, para poder evitarlos en la medida de lo posible. Si Me amas de verdad, debes evitar ofenderme con cualquier pecado habitual. Ruega a Mis ángeles que te ayuden en cualquier debilidad ante el pecado».