lunes, 11 de julio de 2016

Lunes, 11 De Julio De 2016

Lunes, 11 de julio de 2016: (San Benito)

Jesús dijo «Pueblo mío, el San Benito de hoy es el padre de la vida monástica. Muchos monasterios siguen la Regla de san Benito en la oración, el trabajo y la lectura. Has leído algunas características de esta Regla. La principal es la obediencia al abad para las necesidades personales. También hay tiempos de oración silenciosa en la propia celda. Los monjes también deben adoptar una conversión de vida a Dios y ser humildes en lo que hacen. Existe un espíritu comunitario de vida entre los monjes. En cierto modo, llamaré a Mis fieles a una vida comunitaria cuando se limiten a vivir en un refugio, en lugar de en un monasterio. Tendrás tiempo para la Adoración y la oración. Si tenéis la suerte de tener un sacerdote, podréis tener Misa diaria, pero siempre tendréis la Santa Comunión diaria por Mis ángeles si es necesario. Tu trabajo consistirá en preparar los alimentos y el agua para tus comidas, que se multiplicarán cuando sea necesario. Vendrán ciervos a vuestro campamento para vuestra carne. Se os asignarán trabajos para vuestras necesidades higiénicas de bañaros y lavaros los dientes. Algunos ayudarán a lavar la ropa y la vajilla. Otros ayudarán con la ropa de cama y las necesidades de las letrinas. En Mis refugios seréis protegidos por Mis ángeles, y curados de problemas de salud mirando Mi cruz luminosa, o bebiendo el agua curativa del manantial. Sólo tendrás que soportar este tiempo durante unos pocos años como máximo. Entonces serás conducido a Mi Era de Paz como recompensa».

Dijo Jesús: «Hijo mío, te recuerdo la parábola de la legión de demonios que había en un poseso. Vine y arrojé la legión de demonios a una piara de cerdos del hombre poseído. Entonces los demonios arrojaron la piara de cerdos por un acantilado hacia la muerte. La gente estaba más preocupada por los cerdos perdidos en vez de glorificar a Dios por haber curado al hombre. En la visión estás viendo una historia similar, sólo que en este caso estabas viendo a los demonios arrojando en estampida a cientos de personas por un acantilado directo al infierno. Se están perdiendo muchas almas que no tienen ninguna fe en Mí, ni tienen a nadie que ore por sus almas. Por eso es tan importante que sigas rezando por tus familiares, aunque no te escuchen y no vengan a la Misa dominical. No quieres ver a ninguno de tus familiares o amigos perdido en el infierno, así que sigue rezando para ayudar a salvarlos. Estáis en una batalla por las almas, y sólo hay dos bandos: Mi bando y el bando del demonio. Seguid luchando para traer el mayor número de almas a Mi lado. Daré a la gente una última oportunidad de salvarse cuando traiga Mi experiencia de Advertencia. Rezo para que las almas despierten y tengan el deseo de arrepentirse de sus pecados y mostrar su amor por Mí y por sus prójimos.»