miércoles, 15 de marzo de 2017

Miércoles, 15 De Marzo De 2017

Miércoles, 15 de marzo de 2017: (La nieve era tan intensa que no pudimos celebrar la Misa matutina; la iglesia estaba cerrada): «Hijo mío, hoy has tenido una fuerte tormenta de nieve de 60 centímetros y más de altura. Te pasaste ayer y hoy quitando la nieve de la entrada de tu casa y limpiando los coches que estaban fuera. Te diste cuenta de que había montones de nieve en el lado de la casa donde está el tubo de escape de la calefacción. Cuando bajaste al sótano, percibiste un olor nauseabundo y sospechaste de una fuga de gas. Fuiste listo y cogiste tu comprobador de monóxido de carbono, y cuando lo pusiste en el sótano, las lecturas eran peligrosas, >200 ppm de monóxido de carbono. Cuando llamaste a la compañía del gas, tu mujer sugirió que había un tubo de escape obstruido junto a la nieve. El gasista te ayudó a limpiar de nieve el tubo de escape. Luego abristeis la puerta al exterior para que entrara aire fresco, y utilizasteis ventiladores para disipar los vapores de monóxido de carbono. Si no hubieras notado el olor, tu contador habría sonado en el dormitorio donde lo guardas. Ahora sabes que debes tener cuidado cuando la nieve está alta y a la deriva, para asegurarte de que los tubos de escape no están tapados. Puede ser mejor tener los tubos más arriba. Agradece que tu ángel de la guarda te ayudara a darte cuenta de este problema. Otras personas han tenido un problema similar, y es bueno comprobar los niveles de monóxido de carbono cuando utilizas calefactores de interior. Abrir la puerta para que entrara aire fresco te ayudó cuando quemabas queroseno en un apagón anterior».