sábado, 18 de marzo de 2017

Sábado, 18 De Marzo De 2017

Sábado 18 de marzo de 2017: (San Cirilo de Jerusalén)

Jesús dijo «Hijo mío, te doy el mensaje de que pronto morirá un personaje famoso, y estás viendo todas estas flores en el altar para un funeral. En el Evangelio leíste Mi parábola del 'Hijo Pródigo', que al final volvió con su padre. Os he dado muchas veces el mensaje de que Yo soy como el padre de la parábola, que estoy esperando a que Mis hijos vuelvan a Mí en la Confesión. En casi todas las Misas ves que todos se levantan y vienen a recibir la Sagrada Comunión. Sabéis que es pecado mortal de sacrilegio recibir Mi Eucaristía con pecado mortal en el alma. Sin embargo, la gente se avergüenza de permanecer en sus asientos, pues los demás pensarían que están en pecado mortal. Así que Me reciben en la Sagrada Comunión, cuando deberían permanecer en sus asientos. Sabéis que algunas personas conviven en fornicación o en otros estados de pecado mortal. Así que reza por estas almas que están recibiendo la Sagrada Comunión indignamente, porque están cometiendo otro pecado mortal de sacrilegio. Amo a todos Mis hijos, pero necesitáis confesaros con frecuencia, al menos una vez al mes, para conservar un alma pura. Si estás en pecado mortal, necesitas venir a la Confesión inmediatamente, o podrías perder tu alma en el infierno si mueres en ese estado. Mantente cerca de Mí con un alma pura, y estarás siempre preparado para encontrarte Conmigo en tu juicio, cuando mueras. Recuerda la alegría del padre al recuperar a su hijo en la parábola. Todo el cielo se alegra por un solo pecador que se arrepiente de sus pecados. Estabas perdido en el pecado, y ahora te encontrarás en Mi gracia con la Confesión».

(Misa de las 16:30) Jesús dijo: «Pueblo mío, la mujer samaritana se sorprendió de que le pidiera de beber agua, porque los judíos no suelen relacionarse con los samaritanos. Entonces le ofrecí Mi «Agua Viva» del Espíritu Santo, y le dije que si bebía Mi agua, no tendría que volver a este pozo. Ella no comprendió que estaba hablando de un don espiritual, y no de agua física. Entonces le hablé de sus cinco maridos, y del hombre con el que estaba que no era su marido. Entonces preguntó por el Cristo que vendría, y le dije que yo era el Cristo. Mucha gente del pueblo llegó a creer en Mí por las palabras que les prediqué. Hijo mío, tú también necesitarás agua física para la supervivencia de los fieles que acudirán a tu refugio. Tienes agua en tus barriles que Yo multiplicaré, pero también tienes agua para lavarte de tus pozos sumideros, del agua de lluvia y tendrás un manantial que bombearás de la tierra. También tendrás el pan de vida en Mis Hostias Eucarísticas de la Misa o de Mis ángeles. También participarás de Mi «Agua Viva» al recibir los dones del Espíritu Santo en la Adoración. Confía en que Yo supliré todas tus necesidades para las personas que acudan a tu refugio. Continúa haciendo los últimos preparativos para la gente que vendrá».