miércoles, 31 de enero de 2018

Miércoles, 31 De Enero De 2018

Miércoles, 31 de enero de 2018: (San Juan Bosco)

Jesús dijo «Pueblo mío, en la primera lectura de hoy sobre el rey David, veis cómo mandó numerar a su pueblo para saber cuántos soldados potenciales podía mandar. El vidente Gad acudió a David para hablarle del castigo de Dios, y David eligió tres días de pestilencia entre tres opciones. Como resultado, murieron miles de personas de su pueblo. En otra ocasión, David cometió adulterio con Betsabé e hizo matar a su marido. Natán acudió a David con el castigo para su hijo y su familia por sus pecados. Si el rey David tiene que sufrir castigos por sus pecados, ¿cómo voy a castigar yo a América por sus pecados de aborto, eutanasia, adulterio y fornicación? Por eso estáis viendo tanta destrucción en vuestros tres graves huracanes, vuestros incendios, vuestros aludes de lodo, tornados y tormentas de nieve. Si tu pueblo no se arrepiente y cambia de vida, ya te he dicho que verás una destrucción aún más grave. Se acerca la Cuaresma, así que ahora sería un buen momento para la oración y la Confesión. Igual que en el Evangelio, cuando no fui aceptado como profeta en Mi propio pueblo, otros profetas que os envío también sufren persecución y burla. Envío profetas a Mi pueblo para que os adviertan de vuestros pecados contra Mí y aceptéis los castigos que os envío. Soy un Dios amoroso y misericordioso, pero también soy un Dios justo. Escucha Mis palabras de Mis profetas y obedece Mis Mandamientos de amarme a Mí y a tu prójimo como a ti mismo».

dijo Jesús: «Pueblo mío, pregunté a Mis apóstoles ¿quién decís que soy yo? San Pedro respondió: 'Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo'. Todos Mis fieles tienen que dar testimonio de Mí como Hijo del Dios vivo ante todos. Tu sacerdote te hizo la pregunta de ¿cuál es el momento más importante de tu vida? Es difícil elegir un acontecimiento porque hay muchos. Comienza con tu concepción, tu Bautismo, el recibirme en tu Primera Comunión, tu Confirmación, tu matrimonio, o el ser sacerdote o soltero. Para ti, hijo Mío, aceptar tu misión también es importante. Tienes un don importante de tu propia vida. También es importante tu don de la fe en conocerme. Traer almas a Mí en conversión también son momentos hermosos. Os doy a todos vida en el alma y sois Templos del Espíritu Santo. Se os han dado todos estos dones, y necesitáis darme las gracias en cada Misa, y manteneros centrados en Mí en todo momento en vuestras oraciones. Amo a todas las personas, y deseo que todas las almas puedan salvarse del infierno. Depende de cada alma elegir la vida Conmigo en el cielo o la muerte con Satanás en el infierno. Quiero bendecir a todas las personas de la Misa por compartir Mi amor aquí en la casa de oración de la Gospa».