domingo, 26 de agosto de 2018

Domingo, 26 De Agosto De 2018

Domingo 26 de agosto de 2018

Jesús dijo «Pueblo mío, os estoy mostrando cómo se levantan y cómo caen las civilizaciones. Algunas como la civilización romana, cayeron debido a su decadencia espiritual cuando sus familias se rompieron con los pecados sexuales de su época. América empezó siguiendo la moral judeocristiana, como Me hicisteis mencionar en vuestra Declaración de Independencia y en vuestra Constitución. Vuestra civilización ha durado más de doscientos años, pero ahora estáis viendo una decadencia similar en vuestra moral, parecida a la decadencia romana. Vuestras familias están viendo más divorcios, e incluso estáis viendo matrimonios homosexuales. Como tu pueblo es más promiscuo, algunas parejas viven en fornicación sin casarse. Vuestra sociedad está menos centrada en Mí, y por eso hay tan poca gente que acude a la Misa dominical, y aún menos que se confiesa. Cuando las familias dejan de rezar juntas, es difícil transmitir la fe a los hijos. Por eso la oración familiar es tan importante para mantener unidas a las familias. Vuestra moral también ha decaído, por lo que estáis viendo abortos y drogas que están arruinando vuestra sociedad. He mencionado lo importante que es detener la legalización de la marihuana recreativa. Esta droga puede conducir a la cocaína y la heroína, que destruyen a vuestros jóvenes y matan las células cerebrales. América necesita arrepentirse de sus pecados y cambiar sus estilos de vida pecaminosos, o verás caer a tu país y enfrentarte a Mis castigos por tus desastres naturales. Volved a Mí con fe y amor, y vuestro país seguirá prosperando, en lugar de decaer en vuestros pecados».

Jesús dijo: «Pueblo mío, estoy agradecido por poder compartirme con todos en la Misa de hoy. Cuando recibís Mis Hostias consagradas y el Vino consagrado, estáis recibiendo Mi mismo Cuerpo y Sangre de Mi Presencia Real. Alabadme y dadme gracias por amaros tanto, que os dejo a Mí mismo en vuestra alma cada vez que Me recibís dignamente en la Sagrada Comunión. En la segunda visión Me estáis viendo en el centro de un gran estanque para indicaros que necesito que Me coloquéis en el centro de vuestras vidas. Cuando Me dejéis guiaros en todo lo que hagáis, entonces podré utilizaros para cumplir la misión que os he encomendado. Así que seguid rezándome cada día para que pueda guiaros a hacer lo correcto en todas vuestras actividades.»