jueves, 16 de enero de 2014

¡La tercera guerra mundial está a la vuelta de la esquina!

- Mensaje nº 414 -

-¡Ora para detener lo peor!- "Hija mía. Mi querido hijo. Yo, tu Santo Jesús estoy aquí contigo. Hoy quiero decir a Nuestros hijos esto: ¡conviértete a Mí, a tu Salvador, porque Yo Soy El Camino al Padre! Amén. Tu Jesús".

Madre de Dios: Hija mía. El tiempo apremia. La tercera guerra mundial se acerca, y mucho debes rezar para evitar lo peor.

Jesús: «¡No desesperes, hija Mía, y no desesperéis, hijos Míos, porque quien crea en Mí, quien esté Conmigo, quien viva Conmigo y confíe en Mí, Yo vendré en su ayuda, y ningún mal caerá sobre su alma!»

Madre de Dios: Hijos míos. Así pues, profesad vuestra fe en Mi Hijo para que os conceda Su protección, ¡y rezad para que esta guerra no destruya vuestros hogares!

El demonio se enfurece, pues sabe que su hora ha llegado pronto. Sin embargo, lo intenta todo para seguir usurpando todo el poder terrenal. Sólo mediante la destrucción, la lucha y el odio puede colocar a los suyos en vuestro mundo y ante vuestros ojos, de tal manera que los reconozcáis como los «buenos», los alabéis mucho y los sigáis, pero eso, ¡Hijos míos, será vuestra perdición!

¡Confiesa a Mi Hijo y reza contra esta guerra! Porque será terrible y traerá mucha destrucción. ¡Rezad, pues, mi tan amado rebaño de hijos, porque vuestra oración es poderosa y será escuchada por el Padre celestial!

Ojalá pudiera daros hoy un mensaje más feliz, pero, hijos míos, estad seguros de que con vuestra oración podéis mitigar y evitar así muchas cosas, porque el demonio no es rival para la oración sincera y de corazón.

Un ángel del Señor: "Así pues, sed conscientes de este poder que se os da mediante la oración, y utilizadlo, donde sea necesario.

Yo, tu Ángel del Señor, con Jesús y los santos, y con el permiso del Padre Todopoderoso, te lo digo. Amén".

Hijos míos. Nuestro amor por vosotros es grande, así como Nuestra alegría por Nuestros fieles hijos. Rezad ahora y resistid así a los crueles planes del maligno.

Con profundo amor, Vuestra Madre del Cielo, Jesús, el Ángel del Señor, la Comunión de los Santos y Dios Padre Altísimo. Amén.

Hija mía. Haz que esto se sepa, pues mucho puede aún cambiar y alejar tu oración . Amén.

Tu Jesús y tu Madre del Cielo que tanto te ama.