domingo, 4 de enero de 2015

¡Esta consagración encierra un don especial de gracia!

- Mensaje nº 802 -

Hija mía. Mi querida hija. Di hoy a Nuestros hijos lo siguiente: Vuestra luz debe brillar en este tiempo de «sombra», porque el maligno os cubre a vosotros y a vuestra tierra con sus intrigas, sus mentiras, sus trampas, sus seducciones, sus lazos y sus tinieblas, y sus grilletes los pone alrededor de vosotros, alrededor de vuestra alma, y muchos de Nuestros fieles hijos sufren, porque el demonio les ataca, les tienta allí donde son débiles y vulnerables.

Por eso, Mis hijos tan amados, debéis rezar y «concentraros» completamente en Mi Hijo, es decir, entregaros a Él una y otra vez, entregaros a Él, darle vuestro Sí, una y otra vez y dejaros guiar por Él y por Sus ángeles -los ángeles del Padre- mientras pedís a vuestros santos que estén con vosotros, que recen por vosotros y con vosotros y que pidan al Espíritu Santo siempre y cada día de nuevo claridad y pureza, protección contra la mentira y las aberraciones y conservación de la verdad en vuestro corazón. Pedid protección a San Miguel Arcángel y que sea vuestro defensor en la lucha contra el mal.

Hijos míos. El tiempo se condensa cada vez más, es decir, el demonio construye sus redes cada vez más densamente, de modo que apenas hay paso para Nuestros hijos. Quiere el control absoluto, porque así es como él -y su élite y secuaces- ven quién no pertenece a sus siervos.

No se detendrá hasta haber tentado y atraído hacia sí a todos los niños creyentes. No rehúye la tortura ni la inhumanidad más cruel. Asesina y causa maldad, pero, Mis queridos hijos, cuando estéis completamente establecidos en Mi Hijo, no podrá haceros daño, es decir, no podrá condenaros y vuestra alma se salvará, pero debéis entregaros completamente a Mi Hijo y consagraros a Él y a Mí, vuestra Madre del Cielo que tanto os ama.

Nuestros hijos consagrados experimentarán gracias especiales y se les dará una protección especial. Haréis esta consagración en paz, a solas Conmigo y/o con Mi Hijo. No necesitas un sacerdote para ello, porque esta consagración surge de tu anhelo por Nosotros solos. Proviene de tu más puro amor por Nosotros y debe repetirse cada día. Nos dais vuestro corazón y vuestra alma, nos los entregáis, y Nosotros los guardaremos y custodiaremos. Entregaos completamente a Nosotros, vuestra existencia, vuestra vida, vuestro cuerpo... Todo.

Pedidnos que vivamos y actuemos a través de vosotros. Os daré Mi suavidad, como el amor que tengo por todos Mis hijos fieles. Mi Hijo estará en vosotros y obrará y actuará en vosotros. Si os entregáis completamente a Él, podrá actuar a través de vosotros, pero éste es un largo camino para la mayoría de vosotros, ya que vuestra voluntad propia es muy pronunciada.

Hijos míos. Consagraos a Nosotros y experimentad la bondad y las gracias que se os concederán. Experimentaréis una protección especial y estaréis muy cerca de Nosotros. Esta consagración procede de vuestro corazón y de vuestra alma, y es el amor y la devoción perfectos a Mí y a Mi Hijo, y por tanto a Dios Padre.

No dudes, sino actúa . Yo, tu amorosa Madre del Cielo, pondré Mi manto protector alrededor de cada niño consagrado, y a la serpiente le aplastaré la cabeza para que no pueda dañarte a ti/tu alma.

En profundo amor maternal, tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

--- "Quien no entienda, que invoque al Espíritu Santo para que le aclare las cosas. Amén».

« Esta consagración encierra un don especial de gracia . Amén. Tu Jesús, que tanto te ama. Amén».

--- «Di a los niños que pueden consagrarse. Diles. Amén. Vuestra Madre del cielo».

«Di a los niños que hoy se consagren a Nosotros. Diles, por favor. Amén. Vuestra Madre del Cielo, que tanto os ama. Amén.