martes, 10 de marzo de 2015

¡Aún no sabéis cuán grande es la ira del Padre!

- Mensaje nº 874 -

Hija mía. Di a los hijos del mundo que recen. Sólo con vuestras oraciones podréis evitar todavía los mayores males y desastres , pues pronto se desatará la ira del Padre, y ¡ay de los que no son fieles a Jesús , ay de los que son devotos del diablo , ay de los tibios , ay de los que no han confesado a Jesús, no se han preparado, no han confiado en la Santa Palabra, han blasfemado y blasfeman de Jesús!

Oh hijos, ¡aún no sabéis cuán grande es la ira del Padre!

¡ Temedla , pues nada es más grande que la ira del Señor, el Padre , Vuestro Creador, que tiene que veros faltando al respeto, deshonrando a Su Hijo, profanando Su Santo Cuerpo, sin respeto y sin miedo a Él!

¡ Estad advertidos , porque la ira del Señor y Padre es grande! Os alcanzará en cuanto se desate , ¡y Nadie podrá esconderse de ella! No temáis los males del mundo, pues no son nada contra la ira del Padre, ¡cuya medida ya está completa y Su ira vendrá sobre la tierra!

Temed , hijos, porque los poderes son grandes, que se desatarán, ¡y sólo los que amen sinceramente a Jesús y sean obedientes sobrevivirán a estos poderes!

¡No temáis al mundo del diablo, sino temed a vuestro Dios! Con la oración detienes al diablo, sus malas acciones, ¡porque el Padre te protege!

Así pues, temedle a Él, vuestro Creador, porque la medida está llena, y cuando la misericordia dé paso a la justicia, ¡ay de aquel que no haya confesado a Jesús, que no se haya arrepentido de sus pecados, que no se haya purificado!

¡Ay de aquel que ha vivido alejado de Dios y no ha obedecido Sus mandamientos ni las enseñanzas de Jesús!

¡Ay de aquel que no se ha establecido en Jesús , porque «perecerá» dos veces! Perdido por el Adversario , esclavizado, mentido y utilizado , y perdido en la ira de Dios, ¡ de la que no hay escapatoria una vez que la misericordia deja paso a la justicia!

Haz que Jesús sea tu amigo Ahora, de lo contrario estarás perdido, porque pronto el fin estallará sobre ti, y la «luz de Dios» la perderás. No habrá una segunda oportunidad para ti, así que sé inteligente y prepárate.

Considera bien dónde quieres «vivir». En la oscuridad eterna en la tortura y la angustia y el dolor, o en la luz del Señor que te da paz y una eternidad de felicidad y plenitud.

¡No seas insensato! ¡No desperdiciéis vuestra eternidad!

¡Elegid bien, hijos Míos! Sólo Jesús es vuestro camino, no hay otro. Así que corred hacia Él, confesadle y dadle vuestro Sí, para que no os perdáis y no os golpee la ira de Dios.

No penséis más, sino confesad, hijos Míos. Un Sí es suficiente para dar el primer paso. Amén. Que así sea.

Nosotros los Santos estamos a vuestro servicio, pero debéis pedirnos ayuda en la oración. Amén.

En el amor, tu Buenaventura, que os mira con tristeza, hijos de la tierra, tan nublados, tan velados, tan perdidos estáis que no veis la verdad, tantos sufren porque no conocen a Jesús, otros se dirigen alegremente al infierno, otros están esclavizados por el demonio... ¡hijos, estáis «cavando vuestra propia tumba»!

Encontrad a Jesús, porque sólo Él es vuestro camino. Amén.