Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 4 de febrero de 2018

Mensaje de María Santísima

 

(Marcos): ¡Sí, lo haré, mamá! Si te gusta, ¡te lo enseñaré más a menudo! Sí...

(Marcos): «Lo hice con mucho amor y lo volvería a hacer mil veces, para complacer a la Señora, para dar honor y gloria a tu nombre, tú que tanto has amado y sufrido por Dios. Y también, para ayudar a salvar las almas de mis hermanos. Lo volvería a hacer, ¡lo haría!».

Y es verdad, ¡te quiero!

¡Lloro porque os quiero! Si no te quisiera, no lloraría.

Sí... Sí, lo haría...».

(María Santísima): «Queridos hijos, hoy os invito a todos a amar más y a imitar más a mi hija Àgueda, Ágata de Catania.

Esta hija mía amó a Dios con un amor tan intenso y ardiente como pocas almas puras han amado en este mundo. Imitad su amor y también vosotros amaréis a Dios convirtiéndoos en Serafines del amor ya aquí en la tierra.

Imitad el valor de esta hija mía que incluso sufriendo las peores torturas y el martirio no renegó de mi Divino Hijo Jesucristo. Y así como Ella no deshonró ni negó a mi Hijo en la Tierra, así mi Hijo no la negó ni se avergonzó de Ella ante Su Padre que está en los Cielos.

Si queréis ser reconocidos por Jesús ante el Padre Eterno y los Ángeles sed como mi hija Agua, y no os avergoncéis de ser verdaderos cristianos y de confesar la fe en mi Divino Hijo Jesucristo ante el mundo, ante todos.

¡Oh! ¡Cómo deseo que tengáis una fe valiente como la de ella! Si tenéis una fe así y un amor ardiente como el suyo, mi Llama de Amor podrá por fin obrar poderosamente en vuestras almas y, a través de vosotros, en las almas del mundo entero.

Mi Llama de amor debe transmitirse de corazón a corazón, de ciudad a ciudad, de nación a nación, hasta que el mundo entero se convierta en el gran y ardiente Reino de amor de mi Corazón Inmaculado.

Esto sólo será posible con vuestro «Sí». Dios respeta la libertad de cada hombre y no obliga a ningún hombre a amarle, a servirle ni a salvar su propia alma.

El que se niega a dar su «Sí» a su Creador, vive libremente en esta tierra durante unos años.

Pero cuando termina esta vida, va al lugar donde están todos los que se negaron a servir y amar a su Creador, los que pagarán con ingratitud todos los beneficios recibidos de él, especialmente el don de la vida.

Y no puede reclamar a Dios la injusticia, porque Dios no está obligado a aceptar en su casa a quien nunca le ha amado, siempre le ha despreciado y siempre ha escupido sobre su amor. Por eso, los condenados al Infierno saben que ya no hay apelación posible.

Han cometido el pecado imperdonable de despreciar el amor de su Creador, fuente y origen de su vida y de todos sus bienes.

Vosotros, hijos míos, también tenéis esta libertad y es vuestra debilidad, porque desgraciadamente la utilizáis sólo para elegir los placeres mundanos y así vivís lejos de Dios despreciando el amor de Dios.

Transformad vuestra mayor debilidad en la mayor fuerza entregando vuestra libertad a Dios, dando el «Sí» a Dios y procurando amarle y servirle como hizo mi hija Agua. Su libertad, que podría haber sido su debilidad, fue su mayor fuerza porque consagró su libertad y dio su «Sí» a Dios.

Si tú haces lo mismo, serás fuerte como ella en la fe, y entonces ni el demonio ni todo el mundo reunido podrán apartarte del camino de la santidad y robarte la Corona de la Vida Eterna.

Entonces mi Llama de amor a través de ti se propagará poderosamente anulando, neutralizando, cegando y paralizando a Satanás y a los demonios. Y entonces, muchas almas se liberarán de su poder y vendrán a la luz.

Mira cómo el «Sí» de mi hija Agua y Su Llama de amor hasta hoy en Catania atrae multitudes hacia mi Hijo. Y los demonios, por mucho que lo intenten, no pueden impedir que las almas se acerquen a mi Jesús, porque la Llama de Amor de mi hija Agua los paraliza, ciega y neutraliza.

Si tienes la misma Llama de amor e irradias esta llama a los demás, los demonios no podrán impedir que la gente se acerque a mi Jesús aquí y a mi Corazón. Y entonces todos, atraídos por Nuestro amor vendrán a la luz, serán salvados por la luz y en la luz de Dios.

¡Cuento con todos vosotros para esto!

Y deseo, por tanto, que regaléis 27 de estas maravillosas películas que mi hijo Marcos hizo de mi hija Agua a mis hijos que no la conocen. Para que conociéndola se enamoren de ella, y a través de ella de mi hijo Jesús y de mí misma.

Cuanto más se la conozca, más se neutralizará y cegará a Satanás. Cuanto más se la conozca, más almas comprenderán el camino de santidad que deben seguir. Y entonces mi Llama de Amor podrá actuar libremente, pues las barreras de la resistencia humana habrán caído por tierra. ¡Así avanzará mi plan!

Cada 3 meses debes hacer un pequeño Cenáculo en honor de mi hija Agua, el día 5 de cada mes, para honrarla y darla a conocer mejor. Sólo tienes que rezar su Rosario, presentar un fragmento de su vida que mi hijo Marcos te reveló en esta maravillosa película. Y haz una pequeña oración mental contemplando sus méritos, contemplando sus virtudes y su amor.

Y entonces, verdaderamente la Llama de Amor de mi hija Agua derribará los muros de la voluntad corrompida de los hombres, del endurecimiento de los corazones. ¡Y mi Llama de Amor podrá por fin encontrar el camino libre y abierto para dar curso a mis maravillosas y portentosas obras de Amor!

¡Comprended, hijos míos, que el tiempo es corto y el regreso de mi Hijo está muy próximo! Toca y mientras tanto todos los acontecimientos están ya predispuestos al cumplimiento de los Secretos que he revelado a algunos de mis hijos en algunas partes del mundo y también aquí.

Y toda la humanidad se sorprenderá de lo que sucederá. Y entonces, ¿qué será de los que se pasaban todo el día en las plazas riéndose, burlándose y mofándose de Dios?

Convertíos sin demora y preparaos para lo que sucederá para realizar el gran Cambio Mundial, que preparará al mundo para la venida y el descenso de mi Hijo Jesús en Su Segunda Ronda con poder y gloria para acabar finalmente con esta humanidad inicua y hacer surgir por fin el Nuevo Mundo Del Amor y la Nueva Humanidad, liberada del pecado y de Satanás y completamente rendida y consagrada a su Señor de la Salvación y de la Paz.

Continúa rezando mi Rosario todos los días, porque a través de él podrás seguir fácilmente a mi hija Águeda y a todos los santos por el Camino de la Santidad.

Nunca se ha oído decir que alguien que haya rezado mi Rosario no haya sido un Santo, ¡un gran Santo! Reza, pues, mi Rosario y en poco tiempo podrás superar todos los obstáculos que te impiden correr e incluso volar por el camino de la santidad.

¡Reza mi Rosario! Mientras lo rezáis, las gracias de los Misterios de mi Rosario descienden silenciosamente a vuestras almas, como un rocío del Cielo, transformándolas de desierto en jardín de santidad y transformándoos verdaderamente a vosotros en jardín de reposo y delicia del Dios Supremo.

A todos bendigo con amor y especialmente a ti mi hijito Marcos, muchas gracias por la película de mi hija Águeda que hiciste hace una década y que tantas almas me trajeron. No puedes saber ahora ni quieres imaginar cuántas almas han conocido el camino de la santidad gracias a esta película.

Y que sepas que incluso personas de otros países que no hablan tu idioma lo entendieron todo gracias a una gracia muy especial que puse en esta película que hiciste con tanto sufrimiento, tribulación, pero también con tanto amor, fe y obediencia, entrega extrema a Mí.

Sí, hijo mío, muchas almas han venido a la luz a través de esta película y tantas como almas han venido a la luz y que aún vendrán tantas como coronas de gloria pondré sobre tu cabeza en el Cielo.

Ya sé lo que me estás pidiendo ahora en tu corazón: Si puedes compartir estas coronas con tu amado Padre Espiritual Carlos Tadeo.

¡Por supuesto! Las coronas son tuyas y puedes dárselas a quien quieras y ya que quieres dárselas a él, también serán compartidas con él, que es tu verdadero consorte y que debe recibir a través de ti todos los bienes y beneficios del Cielo siempre y más.

Me emocionaste, me conmovieron profundamente tus lágrimas y lo que dijiste después de la película de mi hija Águeda. Me gusta tanto cuando abres tu corazón y muestras tus sentimientos, contra eso no hay difamación, ni negación que pueda resistir, porque son tus sentimientos, es tu alma, y tu corazón lo que ves. Corazón formado, moldeado, moldeado por mí misma.

Y este hermoso corazón, lleno de amor por Dios, lleno de amor por mí y por los Santos, hace que la belleza misma de Dios, y mi belleza, brillen aún más. Moldeé su corazón para que apareciera ante el mundo y atrajera al mundo hacia la Llama de amor de mi Corazón.

Sé siempre así, y habla abiertamente de todos tus sentimientos, porque cuanto más vea el mundo tus sentimientos y cómo tu corazón es moldeado por mí, formado por mí, mayor aparecerá la verdad de mi Presencia Aquí, y el mundo verá en ti mi Gloria.

A ti también, querido pequeño Carlos Tadeu, te bendigo y te doy las gracias de nuevo hoy. Gracias, por todo lo que has hecho por Mí.

Gracias, por tu cansancio al recorrer tantos y tantos kilómetros, por tantos caminos para llegar hasta aquí.

Gracias, por los muchos Cenáculos que has hecho por Mí, aunque a menudo lleves una cruz pesada, difícil, y tantas otras cosas, tantas espinas que mi Enemigo siembra en su camino para dificultar su marcha. Pero avanzas por amor a mí, gracias.

Gracias, por tantos Rosarios y Rosarios rezados, sacrificando el descanso, el sueño e incluso el ocio por amor a Mí.

Gracias, por tantos días dedicados a Mí, preparando los Cenáculos en lugar de descansar, o bien distrayéndoos. Estas horas preciosas que pasáis preparando mis Cenáculos, son como verdaderos himnos de amor, que encantan mi Corazón, que encantan el Corazón de mi Hijo Jesús, y que quitan muchas espinas dolorosas de mi Corazón Inmaculado.

¡Gracias, por tantos kilómetros para llevar a mis hijos mi Imagen de gracias y bendiciones, mis Mensajes de amor, esforzándoos por salvar a tantas almas!

Todo esto hijo mío está escrito y registrado en el Libro de amor de mi Madre, donde registro todos los actos de amor, de sacrificio, todos los actos de generosidad y de entrega que mis hijos hacen por mí, por mi Obra de Salvación y por la Salvación de las almas de mis hijos. Y el día de la muerte de cada uno de mis siervos, de mis apóstoles, cuando el demonio abra el libro en el que registra los pecados de cada uno, yo abriré también mi Libro y mostraré al Padre Eterno todos estos sacrificios de amor que mis queridos y obedientes hijos hacen por mí.

Abriré tu libro, hijo mío, el libro donde registro cada oración, cada sacrificio, cada cenáculo, cada esfuerzo, cada pensamiento de amor que me tienes, cada hora que me dedicas. Cada hora de sueño, de descanso, de ocio, sacrificada por mí, renunciada por mí.

Y os digo que, cuando abra mi libro, el Padre Eterno llorará al ver cuántos sacrificios de amor habéis hecho por mí, por él y por la salvación de mis hijos. Por todo ello: ¡Gracias, gracias, gracias!

Y gracias, especialmente por estar aquí, dando alegría, consuelo, no sólo a mi Corazón, sino también al corazón sufriente de mi hijo Marcos, eres mi bálsamo para él, eres la medicina de mi Corazón para curarle de tantos dolores acumulados durante tantos años.

Sé la buena medicina, sé el buen bálsamo. Te doy las gracias por ello, y te doy las gracias especialmente por haber aceptado la misión de cuidarle por mí, y de hacer mis ratos con él, cuando no estoy hablando con él en las Apariciones.

A través de ti quiero amar, proteger, guiar, fortalecer aún más a este hijo mío que aún tiene una gran misión por delante y mucho que hacer, también mucho que sufrir. Y en esos momentos de sufrimiento, tú serás mi abrazo de Madre, así como el abrazo del Padre celestial para él.

Por ello te agradezco tu «Sí» dado y renovado cada día con Amor. ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias a vosotros!

Y a todos mis hijos que me aman, me obedecen y luchan por mi plan de Salvación, a todos ellos también, bendigo ahora amorosamente a Pellevoisin, Lourdes y Jacareí».

(Santa Águeda de Catania): «¡Queridos hermanos míos, yo, Agua, me alegro de venir hoy a bendeciros y a daros mi Paz!

Sed, mis amados hermanos, las turmalinas de la Fe verdadera, de la Constancia en la Fe en el Señor.

Sed las turmalinas de la Constancia, perseverando cada día en el amor de Dios, en la oración, en vuestra consagración a Dios.

Cuando fuisteis bautizados, fuisteis consagrados a Dios, sois propiedad del Espíritu Santo, Sus Templos.

Vivid como Sus Templos: en el amor, en la oración, en la gracia de Dios cada día, apartándoos del mal como siempre he hecho, para permanecer siempre en el amor, en la Amistad, en la gracia de Dios.

Sed las Turmalinas de la Constancia en la Fe, en estos Tiempos en que la Fe de los elegidos es duramente probada: por las contradicciones, por el escándalo de la apostasía de sacerdotes, obispos y papas; cuando la Fe de los elegidos es duramente probada y golpeada por los sufrimientos y las cruces que no faltan, ni faltarán hasta el Triunfo definitivo de Nuestra Madre y Nuestra Reina.

En este momento debe aparecer vuestra Constancia de Fe, para dar al mundo un testimonio brillante como el mío, de que la Fe y el amor vencen y superan todas las cosas; yo he triunfado de Quintiano, del Diablo, del Infierno y del mundo por el poder de mi amor y de mi Fe, del mismo modo triunfaréis vosotros del Quintiano Infernal que a toda costa en estos tiempos quiere alejaros del Señor y de Nuestra Señora, Nuestra Reina. Llevándoos a experimentar los placeres mundanos que engañan, marchitan el alma y la hacen morir en pecado mortal.

Triunfaréis del Quintiliano Infernal de hoy, y de este mundo que se ha vuelto 100 veces peor que en mi tiempo con las mismas armas con las que yo he triunfado: las armas de la Fe, de la oración y del amor, de la penitencia y de una vida cada vez más íntima con Dios y con Nuestra Santa Reina para la oración.

¡Oh! ¡Rezaba la Oración Mental en mi jardín, y cómo esas oraciones fortalecieron mi Fe!

Todavía no existía el Rosario, la Madre de Dios aún no había revelado esta Oración Poderosísima contra el Infierno y el pecado. Por tanto, sólo disponía de la Oración Mental. Y esas oraciones fortalecieron mi alma, ¡convirtiéndola en una verdadera torre de Fe!

Si vosotros, hermanos míos, perseveráis en la Oración Mental y en el Santísimo Rosario, que es muy poderoso contra los vicios, el pecado, el Diablo y el Infierno.

No habrá posibilidad de que no os salvéis y alcancéis el Cielo.

Y aquí, en este lugar bendito y sagrado, sólo aquí, aprendéis, conocéis todo esto, estas armas infalibles para la Salvación de vuestras almas.

Dad gracias y alabad a Dios, que fue benigno con vosotros, fue benévolo, fue misericordioso y bondadoso como nunca lo fue con otras generaciones. Alabadle por ello, y amadle mucho más por ser esto las turmalinas de la Fe y de la Constancia en el Señor.

Si vuestra Fe y vuestro amor son firmes, fuertes y ardientes, seréis turmalinas de una belleza tan grande que todas las demás almas, cuando vean la belleza de vuestras almas, desearán esta belleza, la belleza divina, la belleza del Cielo, la belleza de Dios, presente en vuestras almas.

Y también desearán esta belleza que yo poseo en tan gran grado y que aún hoy encanta y enamora a las multitudes que acuden a mí en Catania. Y así también atraeréis al Señor a todas las almas y a todos los corazones. Porque esta belleza que viene del cielo, conquista la carne, conquista el mundo, conquista el infierno y transforma incluso el pantano más oscuro en un hermoso jardín de santidad y transforma el alma más adornada por el pecado en la más preciosa turmalina para agradar y encantar al Señor Dios.

Querido Marcos, ahora te bendigo generosamente y te doy las gracias por esta hermosa película que has hecho de mi vida.

Sí, me reconfortaste enormemente con esta Película, porque mi Corazón, aunque feliz y gozoso en el Cielo, estaba atravesado por una espada, porque no era conocido como yo deseaba. Porque siendo conocida y amada, siempre atraigo a todos los corazones hacia mi Divino Esposo Jesús. Y durante muchos siglos fue tan poco conocido y amado en otras naciones fuera de la mía.

Y tú con esto mi Película me llevaste a lugares donde mi nombre nunca antes había llegado, y las almas viendo mi Fe, mi amor, mi Obediencia a Dios, se enamoraron de mí, de mi belleza celestial, y dieron el «Sí» en mi «Sí» al Señor. Por todo esto, mi amado hermano, te bendigo y te doy las gracias.

Y en verdad te digo Tantas como almas se salven por esta película que has hecho de mi vida, tantas como coronas de joyas, de joyas celestiales que pondré en tu frente, en tu cabeza en el cielo.

¡Adelante! ¡Sigue dándome a conocer y haciéndome amar, porque mi belleza vence al infierno, vence al mundo y hace triunfar al Señor!

También te bendigo a ti, mi amado hermano Carlos Tadeo. Que sepas que cuando estaba en mi prisión y se me apareció San Pedro, San Pedro me mostró a ti y a mi amado hermano Marcos en una visión mística. Y entre otras cosas me pidió que ofreciera por vosotros no sólo el dolor que sentía en lugar de mis pechos cortados, sino también, el dolor que al día siguiente sufriría.

San Pedro me lo mostró todo: cómo me quemarían, me arrastrarían sobre trozos cortantes y mi rostro quedaría totalmente desfigurado, hasta que entonces, al no soportar el dolor de mis heridas, moriría de dolor, de un dolor muy agudo.

Y me pidió que ofreciera todos estos sufrimientos por vosotros, para daros fuerza, en la gran Misión de que la Madre de Yo soy mi «Sí» y decidí resueltamente morir al día siguiente por amor a mi Señor y también por amor a vosotros. Para que, mediante el sacrificio de mi vida, pudierais recibir todas las gracias necesarias para ser Santos, cumplir la Misión Inmaculada y llegar al Cielo triunfantes coronados de Victoria.

Sabed, pues, que os amo desde hace muchísimos siglos. Y Yo, que tanto he sufrido por vosotros, nunca os abandonaré a quien es fruto de tan grandes sufrimientos.

Y que nadie se maraville de que el Señor haya revelado a tantos Santos, a tantos Mártires, la existencia de este amado hermano nuestro, y pidamos también que ofrezcamos por él nuestro Martirio y nuestros Méritos. Porque a Nos fue revelado que vendría al mundo en ese tiempo que es 100 veces peor de lo que era el mundo en mi tiempo, y que necesitaría gracias muy especiales para soportar las pruebas y llevar toda la cruz que vendría del «Sí» dado a la Inmaculada Concepción y a la Misión.

Por eso, el Señor para quien no hay pasado ni futuro y todo es un eterno presente. El Señor nos lo ha mostrado, para que ofreciendo por Él nuestros dolores y provisiones le merezcamos las grandes gracias necesarias para poder luchar en este tiempo en que la dureza del corazón de los hombres llega a tal punto que hasta los mismos demonios se asombran.

Si no tiene estas gracias tan especiales, ¿cómo hará frente a la dureza de los corazones de los hombres, que supera la dureza de las mayores rocas de la tierra?

Así que nadie se sorprenda, estas gracias fueron preparadas de antemano hace muchos siglos para fortalecerle y también para fortalecer a Nuestro amado Marcos.

Esto tiene que ver con los Secretos, pero no podéis conocerlos ahora, basta por ahora saber que esta es la Voluntad del Señor colaborar con estos Siervos elegidos para el cumplimiento del plan de la Madre de Dios. Quien lo haga será recompensado; quien lo obstaculice o no ayude pudiendo, será castigado.

Dios es Justo, y recompensará el mínimo esfuerzo, incluso un vaso de agua dado a Sus elegidos para ayudarles a anunciar la Buena Nueva y cumplir el plan del Señor. Tampoco dejará de castigar a quienes por pura malicia y villanía quisieron estropear los Planes de Salvación de las Almas llevados a cabo por el Señor.

Así pues, hermanos, ¡ayudad! Ayudad a los elegidos de Dios y tendréis los méritos de Siervos de Dios, colaborando así en la Obra de Salvación y haciéndoos partícipes de los méritos sobreabundantes de aquellos a quienes Dios ama y elige para que le ayuden a concluir el gran plan de Salvación de Sus hijos y de la humanidad.

Yo, Águeda, os quiero mucho a todos y nunca os dejaré porque os amo con toda la fuerza de mi Llama de Amor.

¡Rezad siempre mi Rosario! Entonces podré alcanzaros y derramaros muchas gracias.

A todos, os bendigo ahora con amor desde Catania, Siracusa y Jacareí».

(Marcos): «Amada Madre, la Señora y Santa Águeda, ¿queréis tocar estos objetos religiosos que hemos hecho para la oración y protección de vuestros hijos?

(María Santísima): «Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios e imágenes tocados por mí y por mi hija Águeda, allí estaré yo viva, llevando las grandes gracias del Señor.

A todos, de nuevo les doy mi Paz, les doy mi Bendición, y los cubro con mi Manto de Amor.

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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