martes, 30 de octubre de 2018

Martes, 30 De Octubre De 2018

(Mensaje del P. Michel Rodrigue)

30 de octubre de 2018

Del Padre Eterno

Hijo mío

Escucha y escribe

Recomiendo (traducción) que este mensaje sea comunicado a todos y en todos los lugares que has predicado en Estados Unidos y en Canadá.

Recuerda la noche en que el Padre Pío te llevó al Cielo para que vieras a la Sagrada Familia. Fue una enseñanza para ti y para las personas que te han escuchado. Fue también un signo para recordar la noche en que nació en el mundo mi Amado Hijo Jesús.

Recuerda cómo mi Evangelista Mateo escribió por inspiración divina del Espíritu Santo cómo la estrella se detuvo sobre el lugar donde nació Mi Hijo Jesús Niño. Fue una señal para los Magos. Hoy es una señal para ti y para todos los cristianos y para todas las naciones.

La Sagrada Familia es una señal para todas las familias, y debemos modelarnos según ella. Recomiendo (traducción) que cada familia, que reciba este mensaje, tenga una representación de la Sagrada Familia en su casa. Puede ser un Icono o una estatua de la Sagrada Familia, o un Pesebre permanente en un lugar central de la casa. La representación debe ser bendecida y consagrada por un sacerdote.

Como la estrella, seguida por los Magos, se detuvo sobre el Pesebre, el castigo del cielo no alcanzará a las familias cristianas devotas y protegidas por la Sagrada Familia. El fuego del cielo es un castigo por el horrible crimen del aborto y la cultura de la muerte, la perversión sexual y la codicia (lujuria) respecto a la identidad del hombre y la mujer. Mis hijos buscan más sus pecados pervertidos que la vida Eterna. Las crecientes blasfemias y persecuciones contra mi pueblo justo Me ofenden. El Brazo de mi Justicia vendrá ahora. No escuchan mi Divina Misericordia. Ahora debo dejar que sucedan muchas plagas para salvar al mayor número de personas que pueda de la esclavitud de Satanás.

Envía este mensaje a todos. He dado a San José, Mi representante en la tierra, como protector de la Sagrada Familia, la autoridad de proteger a la Iglesia que es el cuerpo de Cristo. Él será el protector durante las pruebas de este tiempo. El Corazón Inmaculado de Mi hija María y el Sagrado Corazón de mi Amado Hijo Jesús, con el Corazón Casto y Puro de San José, serán el escudo de tu hogar, de tu familia y de tu Refugio durante los acontecimientos venideros.

Mis Palabras son mi bendición sobre todos vosotros. Quien actúe según mi Voluntad, estará a salvo. El poderoso amor de la Sagrada Familia se manifestará a todos.

Yo Soy vuestro Padre,

¡Estas palabras son Mías!

dijo Jesús: «Pueblo mío, la primera lectura de hoy habla de cómo todos deben estar bajo Mi autoridad. El marido y la mujer están bajo un vínculo de amor para amarse en el matrimonio en la Iglesia, pero también responden a Mi amor. La persona soltera también está bajo autoridad ante Mí y ante Mi Iglesia. El sacerdote está bajo autoridad ante el obispo, el Papa, pero también ante Mí en su ministerio. Mis profetas están bajo autoridad ante sus directores espirituales y ante Mí. Al vivir bajo autoridad, estás viviendo en obediencia a Mí y a aquellos bajo los que estás. Reconoce siempre que vives en obediencia a una autoridad superior a ti. No creas que puedes gobernar sólo a ti mismo o a los demás. Necesitas vivir cada día en humilde obediencia a Mí y a Mis leyes. Todas las personas están unidas en Mi amor, pues Yo os amo a todos vosotros y, por vuestro libre albedrío, vosotros también podéis amarme a Mí. Alabadme y dadme gracias por vivir de acuerdo con Mi control de toda la creación».

Jesús dijo «Pueblo mío, a algunas personas les gusta acumular dinero para sí mismas, para poder controlar a la gente, comprar los últimos artilugios y coches, y algunos utilizan el dinero para comprar drogas. Demasiado dinero puede ser fuente de pecado. El dinero también puede ser fuente de asesinatos por herencias. Necesitas dinero para comprar tu comida, y dinero para un coche o una casa. No trates al dinero como a un dios, y no desees el dinero por sí mismo. En cambio, debes estar dispuesto a dar el 10% de tu dinero a obras de caridad para ayudar a tu prójimo. Compartiendo tu dinero, acumulas tesoros en el cielo. Así pues, conténtate con tu suerte, sin buscar ser rico. Te he dicho lo difícil que le resulta al rico ganar el cielo, porque no quiere desprenderse de sus riquezas. Es mejor que confíes en Mí para que te dé lo que necesitas, y tendrás lo necesario porque Yo te amo. Estás aquí para conocerme, amarme y servirme, y no para acumular tanta riqueza como puedas. El dinero es frío y puede perderse o ser robado, así que no pongas tu confianza en el dinero. En lugar de eso, pon tu confianza en Mí y eso te bastará».