jueves, 12 de septiembre de 2013

Dale tu Sí, ¡y comenzará tu conversión!

- Mensaje nº 269 -

Mi niña. Flor mía. Ninguna independencia es buena, porque no vivís juntos. Debéis amaros los unos a los otros, compartir y dejar de vivir el odio fomentado por los malvados. Cuando os enfrentáis, no hay odio, pero cuando habláis de los demás, lo hacéis con odio, ira, envidia y egoísmo.

¡Yo, San Buenaventura, os digo que esto no es bueno! Os alejáis del Reino de los Cielos y os hacéis daño a vosotros mismos y a los demás. ¡Vivid felices y contentos! ¡Vivid juntos en el amor y la alegría! ¡Encontrad soluciones Juntos y no culpéis constantemente a los demás!

¡Yo, vuestro San Buenaventura, os digo que sois Uno! Un país, un mundo, ¡y sólo si vivís en paz unos con otros, tendréis una oportunidad para la eternidad del Señor! Hay tanta miseria y odio en tu mundo, pero si todos os mantuvierais unidos, la miseria se aliviaría y el odio desaparecería. Siempre queréis saliros con la vuestra, pero así no se vive en paz.

Sólo el que vive con Dios aceptará al otro tal como es, porque se fijará en lo positivo, en lo que esa persona lleva en sí misma y aceptará todo lo negativo con amor, ¡y así complacerá también al otro! Mira a tus hijos. Si están inquietos, cansados o agobiados, entonces te acercas a ellos con amor y tratas con ellos, ¡y tus hijos Cambian! ¡Lo mismo ocurre con tus semejantes!

No importa en qué parte del mundo estés, qué nacionalidad, color de piel o religión tengas, si te encuentras con tus semejantes en el amor, ¡entonces este amor vuelve a ti y no habría más peleas entre vosotros! Pero sois tercos y testarudos, egoístas -hágase mi voluntad, no la vuestra- y queréis devolver semejante con semejante o incluso peor . ¡Parad! ¡No debéis hacer eso! ¡Os estáis destruyendo a vosotros mismos, vuestra oportunidad de una eternidad en paz al lado del Señor!

¡Os perjudicáis a vosotros mismos, a los demás y a todos los que amáis! ¿No lo veis? ¡Sed buenos los unos con los otros! Y vivid en paz y con alegría los unos con los otros, ¡porque sólo el diablo se beneficia de vuestras disputas! Se deleita en vuestras divisiones: ¡Familias, amistades, países,...! Se ríe en su cara, porque con cada sentimiento de ira en vuestros corazones caéis más y más en sus trampas, hasta que finalmente os atrapa por completo y se apodera de vuestro corazón. Una vez que ha «entrado», va constantemente «cuesta abajo» contigo, y el camino hacia el Padre lo vela con nieblas para que apenas puedas encontrarlo. Te acercas cada vez más al abismo, y cuanto más se extiende el demonio en tu corazón, más te alejas del Padre.

Así que ¡vivid pacíficamente y bien juntos y ayudaos mutuamente en lugar de pelearos! ¡Amaos en vez de pelearos! ¡Y preocupaos los unos de los otros en vez de pensar sólo en vosotros mismos! Sólo la unión amorosa os acercará al Padre, ¡pero aquellos de vosotros cuyos corazones se dejan llevar por el demonio no encontraréis el camino hacia el Padre! El diablo se apoderará de vuestra alma, os la robará y estaréis perdidos para siempre.

Así será si no sois buenos. Así será si no confiesas a Jesús. Dale tu Sí a Él, el único Hijo verdadero del Señor, y comenzará tu conversión , por muy arraigado que estés en las tinieblas, porque nada es imposible para Él, el Padre Todopoderoso, y quien diga Sí a Su Hijo no se perderá.

Que así sea.

Tu cariñoso San Buenaventura.